Santos Teodoro y Teófanes “los grabados”, hermanos y monjes mártires. 27 de diciembre.

Ambos hermanos eran monjes en las lauras de San Sabas (5 de diciembre) en Jerusalén, en el siglo IX. Siendo conocedores de la herejía iconoclasta, del martirio de tantos cristianos y de la destrucción de los iconos, se fueron a Constantinopla a enfrentarse a León V, para hacerle ver su error y crímenes. El emperador les desterró a Bitinia, donde fueron sometidos a trabajos forzados y castigos.

Al subir al trono el emperador Miguel, los santos hermanos escribieron composiciones poéticas y apologéticas sobre el culto a los iconos y su tradición venerable en la Iglesia. El emperador montó en cólera y mandó que les grabaran a cuchillo en su frente y rostro frases vejatorias. Los santos soportaron esta tortura con entereza, sin dar un paso atrás. Por eso se les llama “los grabados”. En 842 la emperatriz Santa Teodora (11 de febrero) nombró a Teófanes obispo de Nicea, pero este nunca llegó a ser consagrado ni ocupar su sede. Ambos hermanos fallecieron a causa de los trabajos y castigos en el exilio en Amapea, Teodoro entre los años 841 y 844, y Teófanes el 11 de octubre de 845, día en que consta su memoria litúrgica por separado, aunque suelen celebrarse juntos como mártires.


A 27 de febrero además se celebra a Santa Fabiola de Roma.