San Nahúm de Ohrid, abad. 23 de diciembre y 20 de junio (fiesta “de verano”) y 17 de julio (Todos los Santos Apóstoles de Bulgaria).

No se conoce sobre el origen e infancia de Nahúm, pero todos le hacen búlgaro de nacimiento y hermano de San Clemente (27 de julio, 25 de noviembre y 17 de julio, Todos los Santos Apóstoles de Bulgaria), otro apóstol de Bulgaria. Fue monje desde joven y cuando los hermanos Santos Cirilo y Metodio se lanzaron a la evangelización de los pueblos eslavos, él les siguió en el apostolado. Igualmente participó de la traducción de las Escrituras a las lenguas eslavas, y en la composición y traducción de textos para la liturgia, que presentaron ante el papa Adriano II en Roma. El papa y una comisión de cardenales vieron en persona como los eslavos celebraban la Eucaristía, y el rito les pareció apropiado. El papa no solo les aprobó los textos, sino que ordenó presbíteros a los monjes de la comitiva. Una leyenda cuenta que realizó algunos milagros en Roma, con solo mirar a los enfermos, les sanó.

Pero si bien el papa había sancionado con su bendición el uso del eslavo y el rito propio, al llegar a Moravia, los santos apóstoles y nuestro santo hallaron que los misioneros francos celebraban en latín y consideraban el eslavo una lengua bárbara e impropia para la liturgia. Y así lo decían a los fieles, además. Para colmo, iban sustituyendo los ritos propios, por el rito latino. La causa estaba en la cercanía política del príncipe moravo con el rey Luis el Germánico, luego de haber estado en su contra. Con esta cercanía diplomática y política a Occidente, quería afianzar su soberanía frente la gran Moravia. Por ello, buscaba una diferenciación y la hallaron en la Iglesia latina. La delegación se opuso a la acción de los misioneros germanos, presentando la autorización papal del rito eslavo y clamando ante Svatopluk la importancia del rito propio y la dignidad de la lengua eslava. Esto fue visto como una intromisión en la política nacional, cuanto más que la delegación había ido a Roma por su propia cuenta, como Iglesia libre que era, sin contar con el consejo y aprobación política. En fin, que fueron puestos en la cárcel, donde pasaron todo el invierno. Estuvieron meses prisioneros hasta que, como eran inocentes, fueron liberados, la leyenda dice que lo que ocurrió fue que Nahúm hizo oración y las puertas y muros de la cárcel cayeron.

Una vez libre y con la autorización del papa para el rito propio, los fieles a su lengua se alejaron de las ciudades y se establecieron en un bosque, junto lago Ohrid, con el beneplácito de Duque Borijov I de Bohemia y su esposa Santa Ludmila (16 de septiembre). Allí el santo fundó un monasterio del que fue elegido abad. Pronto se le unieron otros monjes de varias partes de los Balcanes, que igualmente estaban en desacuerdo con la introducción de la lengua latina y el rito romano. El monasterio se convirtió en fuente de la cultura y la evangelización eslavas, formándose entre sus muros a cientos de monjes y presbíteros que a su vez misionaron por todo el territorio. En 903 Nahúm se retiró para vivir de la oración en el cercano monasterio de San Miguel, y allí falleció el 23 de diciembre de 910, y desde el inicio contó con gran veneración. Su culto le considera uno de los siete apóstoles de los eslavos. Aún entre los musulmanes es venerado, los cuales se mezclan con los cristianos en la peregrinación a venerar sus reliquias que aún ocurre en junio.


A 23 de diciembre además se celebra a Santa Victoria, virgen y mártir.