Beato Pedro Friedhofen, religioso fundador. 21 de diciembre.

Nació en 1819, en Weitersburg, un pueblecito de Alemania. No conoció a su padre, pues murió cuando el niño Pedro tenía poco más de un año. Su madre viuda trabajó muchísimo para sacar adelante a sus dos hijos. A los 7 años comenzó Pedro los estudios primarios, pero los tuvo que abandonar dos años después, luego de la muerte de su madre. Tuvo que acompañar a su hermano mayor, que ejercía el oficio de deshollinador itinerante. Toda su juventud la pasó así, de un sitio a otro trabajando, pero siempre asistiendo a misa y a los ejercicios piadosos siempre que podía. Además, leía las Escrituras y rezaba el rosario diariamente. El oficio de estar metido en chimeneas le causó una afección de pulmón para toda la vida, pero nunca se quejaba.

Cuando Pedro tenía 20 años murió su hermano, y nuestro beato tuvo que hacerse cargo de la viuda y sus 10 hijos. Nada tenía para sí sino para su familia y aún le quedaba algo para socorrer a los pobres y enfermos que hallaba por sus caminos. Este trato con pobres y gentes ajenas al Evangelio le llevó a fundar la Hermandad de San Luis PARA VER. Y además, le llevó a madurar su vocación de servicio y fundar una congregación religiosa: los Hermanos de la Misericordia de María Auxiliadora, de laicos consagrados, PARA VER. No le fueron fáciles los inicios, en la Alemania del siglo XIX, nada favorable a la Iglesia ni las órdenes religiosas, pero su fe y dedicación fueron haciendo lo suyo. Una experiencia parecida a la suya, los Hermanos de San Alejo se había puesto en marcha y Pedro vivió con ellos un tiempo en el convento, pero quedó decepcionado: no había votos estables, y eran dominados en lo económico y más allá de eso, por el Secretario Civil de Finanzas de la ciudad, que daba un salario a cada hermano, que poseían bienes privados.

En 1850 Pedro dejó a estos Hermanos y se fue en total pobreza a Koblenz, donde comenzó a trabajar por los enfermos en el hospital de la ciudad y a servir en un convento. En 1852 pudo hacer votos religiosos en compañía de un amigo. Durante los años que le quedaban de vida, que no fueron muchos, se dedicó enteramente a sus enfermos. Falleció santamente el 21 de diciembre de 1860 en Koblenz. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 23 de junio de 1985.


A 21 de diciembre además se celebra a San Hincmar de Reims, obispo.