San Baldomero de Lyon, monje subdiácono. 27 de febrero y 8 de diciembre (traslación de las reliquias a Savigny).

Vivió en el siglo VII, en la ciudad francesa de Lyon, donde tenía el oficio de herrero y cerrajero. Desde joven había hecho un voto de castidad, nunca se casó y consideraba a los pobres y mendigos como sus hijos propios, llegando incluso a vender sus propias herramientas más de una vez, para socorrer a los más pobres. Era muy querido y respetado, por su caridad y vida piadosa. En una ocasión, mientras oraba en la iglesia del monasterio de San Justo, lo vio el abad San Vivencio (12 de julio), y quedó prendado de su modestia e impresionado, vio salir de él unos resplandores. Habló con él y notando su santidad y grado de vida espiritual, le propuso entrara al monasterio como monje. Así pasó, entró al monasterio donde profesó y fue ordenado subdiácono. Vivió una vida piadosa en el monasterio, ejerciendo el mismo oficio que había desempeñado fuera, hasta el 24 de febrero de 630 o 650, día de su muerte (por mala calidad de los documentos, no se precisa el año).

Aunque esto es sólo lo que se conoce de él, la devoción ha sido constante, gracias  a la cantidad de milagros que ocurrieron en su tumba. El Acta Sanctorum pone que desde el mismo siglo VII, su nombre aparece inscrito en los martirologios y sus reliquias fueron veneradas sin interrupción hasta el siglo XVI, cuand los protestantes las profanaron y desaparecieron, salvo un brazo que con anterioridad había sido trasladado a la iglesia a él dedicada en el Loira; así como otras reliquias que anteriormente habían sido trasladadas solemnemente al monasterio de Savigny.

Según el "Gran Libro de los Santos" de Jacques Baudoin, también se le conoce como San Galmier o San Gaumier. Es el patrón de Lyon, de los cerrajeros y herreros. Sus atributos típicos son las vestimentas monacales, el yunque, martillo, tenazas y unas llaves.