Beata Eloísa de Coulomb, viuda reclusa. 11 de febrero.

No se conoce mucho de la infancia de Eloísa (Hèloïse, Helvise o Helwise), pero era de ascendencia noble y caritativa. Fue casada con el conde Hugues II de Meulan, llamado Cabeza de Oro, del que enviudó pronto. En 1033 donó a la abadía de Coulomb rentas y bienes que le pertenecía, procedentes de sus parroquias Lainville y Montreuil-sur-Epte. Se casó en segundas nupcias con Alejandro Azzelin, con el que tuvo varios hijos. Pero nuevamente enviudaría.

Dispuesta a dedicar totalmente su vida a Cristo, en 1056 donó las posesiones que le quedaban en  Montalet-le-Bois, Meulan y Jambville a la abadía. Luego de esto, pidió al abad, que era su hijo Godofredo, vivir junto al monasterio como reclusa. Se le hizo una pequeña celda, donde vivió en oración y penitencia el resto de su vida. Según las crónicas abaciales, murió el 10 de febrero de 1066, aunque el martirologio de Chartes dice que fue el 8 de febrero.

Como sea, la abadía de Coulomb comenzó a celebrar su memoria litúrgica como beata a 11 de febrero bajo el mandato del abad Roberto, tercer abad y sobrino de Eloísa, hijo de Alix, hermana de esta. En 1090 el abad Gautier estableció una comunidad de vírgenes junto a la iglesia abacial, construyendo un complejo monástico tomando parte de la celda de Eloísa, cuyo ejemplo seguían aquellas reclusas. En un momento indeterminado sus reliquias pasaron a la iglesia. Luego de la Revolución Francesa, solo se conserva su cabeza en un busto relicario en la parroquia de Coulombs.


Fuente:

-“Histoire de l´abbaye de N.-D. de Coulombs. LUCIEN MERLET. Chartres, 1864.