Twitter reactivó este viernes la cuenta del sacerdote Juan Manuel Góngora, párroco de Oria (Almería), que había sido suprimida el domingo tras un bloqueo de varias horas el día anterior.

"El domingo tenía 25.800 [seguidores]; en 3 horas [desde la reactivación], 1.200 más. Una alegría y una responsabilidad", apuntó @patergongora nada más ver levantada la censura.

Una gran protesta en la propia red social con el hashtag #PaterCensurado, que llegó a ser trending topic, así como artículos de denuncia y campañas como la de TuFirma.org consiguieron que Twitter reconociera, en un mensaje dirigido al interesado, que no había nada censurable en el perfil: "“Después de analizar tu cuenta en más profundidad, la hemos reactivado, ya que no parece incumplir las Reglas de Twitter. Tu cuenta ya no está suspendida. Agradecemos tu paciencia y lamentamos las molestias ocasionadas”.

El propio sacerdote pudo anunciar en directo el mismo viernes por la tarde el levantamiento de la suspensión durante el primer encuentro del año de la tertulia La Sacristía de la Vendée, que mantiene periódicamente en Youtube con los sacerdotes Francisco J. Delgado, Gabriel Calvo Zarraute, Pablo Pich y Rubén Ávila Arenas (minuto 30:05).

En declaraciones a ACI Prensa, el Páter Góngora señaló que las denuncias masivas de grupos anticatólicos que lograron que Twitter bloquease su cuenta buscan "expulsar a los católicos de la vida pública”.

"No dejarnos llevar por lo cómodo"

Frente a la censura en las redes sociales, @patergongora alentó a “dar testimonio de nuestra fe, con nuestra palabra, con nuestra obra, a pesar de las circunstancias difíciles que estamos viviendo, siempre con esa esperanza cristiana de sabernos amados por Dios, de que Él nos llama desde el bautismo a la santidad y de que tenemos que responder valientemente con la ayuda y la asistencia del Espíritu Santo y la gracia de los sacramentos”.

“Tenemos que dar ese testimonio claro", añadió, "de no dejarnos llevar por lo cómodo o aquello que no nos va a hacer sufrir en un momento concreto: el mismo ser cristiano lleva incorporado ese sacrificio. No olvidemos que Jesucristo acabó en la cruz, que los primeros santos fueron martirizados, y aunque este ‘martirio’ no sea corporal, en el sentido de acabar con nuestra vida, sí tratan de hacer un martirio social, de desplazarnos, de expulsarnos de la vida pública”.

El sacerdote español subrayó que “tenemos un valioso testimonio en el ejemplo de los santos, como los sacerdotes que fueron martirizados durante la persecución de la Guerra Civil. Estamos llamados a dar ese testimonio. Al fin y al cabo es lo que significa martirio en griego, dar testimonio”.

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