Luis Alegre Zahonero, profesor de Filosofía en la Complutense de Madrid, antes de ser uno de los 5 fundadores de Podemos, escribía junto con su compañero profesor Carlos Fernández Liria los manuales de Educación para la Ciudadanía de la época de Zapatero (en Akal publicaron «Filosofía y ciudadanía», «Educación ético-cívica» y «Educación para la ciudadanía») y títulos como «Comprender Venezuela, pensar la democracia» (en 2007). 

En 2014 fue uno de los cinco fundadores de Podemos (ponente de sus textos fundacionales junto con Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa) y en julio de 2015 La Otra Crónica de El Mundo lo clasificaba en tercer lugar en la lista de "los 50 homosexuales más influyentes de España". En junio de 2015 la formación recién creada lograba 5 millones de votos (20% de los votantes) y 69 escaños. 

Ahora, en una entrevista en El Mundo, al retirarse parcialmente de la política para volver a la vida docente (o la agitación universitaria) Luis Alegre explica su convicción de que los homosexuales "como colectivo, odian menos y odian mejor",  "hemos sido discriminados y atacados, y sin embargo somos un colectivo lúdico y activo".

Como ejemplo de su "odiar mejor" pone el trato de los lobbies LGTB al cardenal Cañizares, al cual han intentado llevar varias veces a los tribunales (por ejemplo, cuando habló del "imperio gay") con acusaciones que la justicia ha desestimado una y otra vez. 

"Lo que dice por ejemplo el cardenal Cañizares los homosexuales se lo imputamos a él, no a toda la jerarquía de la Iglesia ni a todos los católicos. Sólo a él", explica.

También asegura que "si en un espacio político no hay ningún gay visible, ahí hay un problema", como sugiriendo que debe haber un cupo o cuota gay en cada fuerza política. 

Y es que los gays, según él, pueden "mirar desde fuera" (¿otros grupos , incluyendo los cristianos, no pueden hacerlo?) y eso es para él una superioridad. 

"En algunos conceptos sí creo que se puede hablar de una superioridad homosexual. Esa obligación de analizar las casillas establecidas, de mirar desde fuera, nos coloca a los homosexuales en una posición privilegiada", afirma.

¿Y si alguien le respondiese que no miran "desde fuera", sino que, como todos los demás mortales, miran "desde dentro" pero con su punto de vista o ideología? 

Con todas estas ideas ha escrito un libro completo titulado "Elogio de la homosexualidad".


 Los gays, viene a decir Alegre, tienen un poder "especial": pueden "ver desde fuera"; el resto de los seres humanos, parece, no "ven desde fuera". La realidad es que cada uno de ellos, como todos los demás, ven "desde su punto de vista".


Esta es la entrevista completa, realizada por Irene Hernández Velasco:


Luis Alegre. Miembro del equipo fundador de Podemos, ha sido secretario general en Madrid de esa organización. Pero se ha cortado la coleta de la primera línea política para volver a lo que más le gusta: dar clase de Filosofía.


- La homosexualidad nos hace más libres a todos, nos hace ver y cuestionarnos las casillas consolidadas en las que nos instalamos sin darnos cuenta y que marcan hasta los últimos detalles de nuestras vidas. Como los homosexuales no encajamos en ninguna de esas casillas, no podemos eludir reflexionar sobre ellas. Ese ejercicio reflexivo es algo por lo que pasamos todos los homosexuales, todos los gays nos vemos obligados a analizar ese paquete completo de construcciones que recibimos de nuestros ancestros.


-Mi libro es feminista, bebe mucho de las autoras en el campo de la igualdad de género. La casilla de ser mujer existe, está estandarizada, asumida, e incluye un archivo completo establecido por nuestros antepasados. Hay mujeres que la cuestionan, pero hay otras que no lo hacen y se insertan en ella con normalidad, ya que la consideran el orden natural de las cosas. Los homosexuales, sin embargo, tenemos por pura supervivencia que analizar las casillas, porque hasta ahora no encajábamos en ninguna. Y ese análisis nos permite descubrir lo que esas construcciones tienen de artificial.


  Luis Alegre, con pistola de agua, junto a Íñigo Errejón, otro líder de Podemos 


- En algunos conceptos sí creo que se puede hablar de una superioridad homosexual. Esa obligación de analizar las casillas establecidas, de mirar desde fuera, nos coloca a los homosexuales en una posición privilegiada.


-Ahora las hay, antes no. Y es normal que las haya, los humanos nos relacionamos a través de categorías.


- No, al revés. Los homosexuales, como colectivo, odian menos y odian mejor. Hemos sufrido mucha persecución, y no siempre ocurre que se reaccione a eso con apertura. Los homosexuales hemos sido discriminados y atacados, y sin embargo somos un colectivo lúdico y activo.


- Es raro que un colectivo como tal respete el principio de imputabilidad individual. Lo que dice por ejemplo el cardenal Cañizares los homosexuales se lo imputamos a él, no a toda la jerarquía de la Iglesia ni a todos los católicos. Sólo a él.


- Yo no comulgo en absoluto. Pero éste es el mejor Papa que podía haber, siento por él un gran respeto y admiración. Es imposible encontrar un líder mundial que genere tanto consenso como el Papa Francisco. Pero este Papa social no deja de ser una anomalía, la jerarquía de la Iglesia española debe estar espantada con él. Al fin y al cabo, la jerarquía de la Iglesia española no se moviliza por la precariedad laboral, por los desahucios o por el exilio de los jóvenes, y sí lo hace en defensa de la familia y del matrimonio tradicional.


- Espero que no. Mal haríamos en sustituir un patriarcado por otro. Los ciudadanos debemos de ser iguales en dignidad y en derechos.


- No se sabe. Lo que sí es seguro es que si en un espacio político no hay ningún gay visible, ahí hay un problema.


- Creo que Ciudadanos. No quiero difamarles, pero ahora mismo no me viene a la cabeza ningún gay en el partido de Albert Rivera.