En una sociedad de pensamiento líquido (o directamente sin pensamiento, donde sólo hay sentimientos y vagas opiniones fluctuantes) algunos pueden considerar que personas con convicciones firmes son extremistas.
El tema deja de ser filosófico y se hace legal en Inglaterra, donde el Gobierno ha anunciado una legislación contra "el extremismo". Más en concreto, se creará una "Comisión para Contrarrestar el Extremismo" y "borrar la ideología extremista en todas sus formas, en la sociedad e internet, negándole espacio para que no se extienda".
Es un tema del que se viene hablando desde hace dos años... sin que ninguna entidad gubernamental sea capaz de definir qué es el extremismo.
David Landrum, un portavoz de la Alianza Evangélica, denuncia que se podría aplicar la etiqueta extremista a casi cualquier cosa. "Más allá del terrorismo o de la incitación a la violencia, el concepto 'extremista' no parece eficaz para juzgar creencias y opiniones pacíficas; de hecho, el gobierno lleva dos años intentando definir qué es extremismo y fracasando en ello".
La Alianza Evangélica lo demuestra con un sondeo que encargó a la casa ComRes, con entrevistas online a dos mil adultos del 7 al 9 de julio (aquí completa en PDF en inglés)
"¿Usted describiría a las siguientes figuras como 'extrema'?", pregunta el sondeo.
Y a la figura de Jesucristo, un 28% lo consideran "extremo". Un 61% dice que no lo es. Un 11% no sabe.
Es curioso que el 34% de los jóvenes de 18 a 24 años consideran a Jesús "extremo". Entre los mayores de 65 años son menos los que lo consideran "extremo": un 26%.
También hay un 25% que consideran extremo al pastor negro Martin Luther King. Sólo un 13% consideran "extremo" al Dalai Lama y un 20% a Gandhi. El Che Guevara es "extremo" para el 49% (un 32% 'no sabe').
Ensuciar según qué paredes no está bien, pero... ¿es esto extremismo?
Después la encuesta plantea algunas ideas y preguntan: "en su opinión, ¿es extremo creer que...?"
es extremo para un 40%, pero no les parece una idea extrema a un 50%.
: es extremo para un 43%, pero no lo es para un 48%. (Le parece extremo a uno de cada tres jóvenes, y a la mitad de los mayores de 65 años).
: le parece extremo al 49% de la población, pero a un 37% le parece bien dejar a los niños "sin género".
le parece una creencia extrema a un 33%; no lo ven extremo un 52%.
le parece extremo a un 41% (y a la mitad de los más jóvenes, además de a un 38% de mayores de 65 años); no lo ven extremo un 51%.
La encuesta pregunta también: "¿usted cree que la palabra 'extremo' es una descripción útil cuando debatimos sobre opiniones políticas o sociales?" Un 32% lo encuentran útil, y un 54 no le ven utilidad.
La encuesta muestra una sociedad donde la mitad de los jóvenes consideraría "extremista" a quien defienda el matrimonio hombre-mujer, donde una cuarta parte de los ingleses cree que Jesús es "extremo" y donde la mitad de la población considera que igualar a humanos y animales no es extremismo.
¿Tiene sentido hacer leyes "contra el extremismo" sin saber lo que es el extremismo? Las entidades cristianas en Inglaterra combaten esa idea, convencidas de que "nuevos poderes se usarán contra organizaciones pacíficas que no comparten los valores emergentes de esta sociedad secularizada".
Y señalan, en el Catholic Herald, que ya hay grupos cristianos que han denunciado que medidas legales diseñadas, en teoría, contra el extremismo islámico, se usan en la práctica para imponer ideologías secularistas a los niños en escuelas cristianas.