La ley LGTBI de Madrid aprobada por Cristina Cifuentes tiene ya su primera víctima oficial desde que se aprobara el pasado mes de julio. Este jueves la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de de Madrid ha comunicado al colegio Juan Pablo II de Alcorcón la multa de 1.000 euros a su director, Carlos Martínez, por la carta que envió a los padres y alumnos en el inicio de curso en la que alertaba de los peligros de la ideología de género.

La Comunidad de Madrid considera que el director del centro cometió una infracción leve de la ley cuyas sanciones pueden oscilar entre los 200 y los 3.000 euros. Según informa la cadena SER, ahora el director del colegio perteneciente a la Educación Educatio Servanda tiene quince días para presentar alegaciones.


Del mismo modo, la Consejería asegura que en este caso no se ha vulnerado la normativa de conciertos educativos, objetivo que perseguían asociaciones LGTBI como Arcópoli, que fue la que hizo pública la carta. Igualmente, la Comunidad de Madrid indica que no tiene capacidad para apartar de su puesto al director, algo que igualmente ha enfadado a estas asociaciones.



De hecho, Arcópoli considera demasiado leve la sanción y asegura que “estamos hablando de que incitar al odio a jóvenes de 13 y 16 años cuesta mil euros y celebrar una manifestación en un sitio como la Plaza de Colón llega hasta los 100.000 euros, hasta cien veces más.  Hasta qué punto se nos condena a nosotros (las fiestas del Orgullo Gay) por ruido y, sin embargo, sale bastante barato incitar al odio en un colegio”.


Pero ¿qué decía la carta? ¿Hay alguna incitación al odio hacia alguna persona? En realidad la carta criticaba dos ideologías por ser fundamentalistas: la ideología de género y el islamismo. 

El texto animaba a las familias -que buscan un ideario cristiano para sus hijos- a enseñar a los niños que el "Islam o la ideología de género no son más que otros programas humanos [...] y son maquinaciones condenadas a la disolución y al fracaso". Es un despropósito, dice la carta, "pretender imponer una ideología a fuerza de sanciones". Y añade la frase que más repiten los opositores al colegio católico: "El parecido con el fanatismo terrorista es inquietante", asegura.

En la misma carta el colegio adjuntaba una copia de las reflexiones de los obispos de Getafe y de Alcalá sobre la ley de género madrileña: los prelados usan 4 veces la palabra "totalitaria" o "totalitario" para analizarla. (Léase aquí completo el documento de estos obispos).

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