Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, ha presumido muchas veces de ser feminista, incluso de haber sido la única persona feminista al frente de la Alcaldía, pero eso no le impide ceder espacios municipales a la industria del sexo y el porno (que es en gran medida, una industria de explotación y cosificación de la mujer).

Ahora, varias asociaciones catalanas englobadas en la plataforma "Los 7000", incluyendo la asociación católica E-Cristians, denuncian públicamente el apoyo del Ayuntamiento al Salón Erótico de Barcelona, que fomenta la pornografía, una práctica que recuerdan, va ligada a la violencia sexual y la adicción. Las asociaciones no critican solo a la alcaldesa Colau (que en realidad sólo obtuvo un 20% del voto emitido en las últimas elecciones) sino también a sus socios de gobierno, el Partido Socialista.

"La deriva amoral del ayuntamiento de Barcelona es insoportable", denuncia Josep Miró, presidente de E-Cristians, que fue concejal de la ciudad de 1999 a 2002. "El último hecho ha sido el striptease de dos hombres llevado a cabo en un acto de la fiesta mayor de la Mercè abierto a niños y menores, que se añade al anunciado festival de porno que se producirá a primeros de octubre. Quizá ya va siendo hora que abramos la reflexión sobre si debemos seguir manteniendo el silencio ante un gobierno municipal que actúa de esta manera".

"Los 7000" es una plataforma de asociaciones "preocupadas por la extensión de la pornografía en nuestra sociedad y los daños que causa a adolescentes y jóvenes, la violencia sexual que genera contra la mujer, y la dependencia que crea entre sus usuarios".

Han difundido un texto pidiendo que el Ayuntamiento no ceda instalaciones municipales al Salón Erótico de Barcelona, un mercado de la industria sexual que se celebra cada año (este año en las instalaciones olímpicas de Vall d’Hebron en Barcelona).

"Colau y sus socios de gobierno no solamente están apoyando veladamente lo que suceda en ella (cosificación de la mujer, violencia sexual, promoción de un fenómeno que tiene un profundo impacto en el bienestar de la salud…) sino que también estará obteniendo beneficios a expensas de esta promoción en una instalación emblemática de la capital catalana", denuncia la asociación.

Obtener dinero de una industria que explota a la mujer y a los adictos no parece encajar bien con un discurso supuestamente feminista ni de economía "alternativa".

Nadie ha presumido tanto de feminista como Ada Colau, 
que se mantiene como alcaldesa con un 20% del voto emitido

"Los 7000" recuerdan que, según los datos oficiales, “la media de abusos y agresiones sexuales durante los primeros seis meses del año es de 1,8 agresiones sexuales al día”, una cifra muy alta. Recientemente, la misma Fiscal General del Estado, presentando la memoria de delitos de 2018 en el Tribunal Supremo, veía clara la relación entre consumo de pornografía y violaciones en grupo a cargo de jóvenes.

“Esta relación entre pornografía y violencia social -prosigue el comunicado- no es un hecho nuevo, ya que se trata de una relación muy conocida en el ámbito científico y académico. Pero ahora toma una dimensión mucho más política por la advertencia de la máxima autoridad fiscal. La consecuencia lógica por parte de las administraciones públicas sería la de actuar para regularla y limitar por su carácter nocivo, del mismo modo que, en otro nivel se hace con el juego, el tabaco y el alcohol”.

El Salón incluye abundantes espectáculos para que el adicto acostumbrado a la pantalla vea algo en tres dimensiones y de cerca, por ejemplo con ofertas de lap dance (mujeres poco vestidas se frotan con los asistentes) o shibari (una versión japonesa del sexo atando a la mujer).

Este año el Salón Erótico de Barcelona insiste mucho en atar a las mujeres

Este salón suele tener unos 26.000 visitantes: la entrada diaria deja 25 euros, el abono de 4 días 80 euros; los jubilados, parados y discapacitados pueden ir por 20 euros. Y una vez allí, practicar la compra compulsiva. "Que todo ello es un gran negocio resulta claro. Una explotación capitalista del cuerpo de la mujer basada en la ganancia de los propietarios", dicen las asociaciones críticas.

Pero no está tan claro que obedezca sólo a la ley de la oferta y la demanda: en Madrid varias veces se han intentado organizar eventos de este tipo y nunca han pasado de las 7.000 visitas, por lo que no resultan rentables y no perseveran en la capital. Parece que el sector necesita un apoyo municipal extra para hacer negocio.

"Exigimos a la alcaldesa que tan a menudo manifiesta su feminismo, y su vocación de construir una alternativa social, y a los otros líderes de la coalición de gobierno, Jaume Collboni (PSC), y Albert Batlle (Units) que no ceda un local municipal para esta actividad pornográfica. Pedimos a todos los grupos municipales que se pronuncien para evitar que la pornografía sea una actividad acogida por el ayuntamiento de Barcelona y una fuente de ingresos municipal", denuncia la plataforma.

(Units es un pequeño partido catalanista no independentista nacido en 2017, que en parte hereda el antiguo espacio de Unió Democràtica, con algunos responsables católicos como el ex-UDC Ramon Espadaler y el ex-PSC Albert Batlle).

Quien quiera participar con la plataforma Los 7.000 en la lucha contra la pornografía, su adicción y sus daños, puede contactar con sus coordinadores en el e-mail els7000comunitat@gmail.com o escribiendo a Els 7000, C/Casanova, 175, 08036-Barcelona.