Navidad: el Niño es Dios.

Pero las activistas anticatólicas del movimiento Femen no lo reconocen.

Ellas proclaman otro "dios": el "yo"... y se le predica enseñando las tetas y proclamando el aborto, casi como un nuevo sacramento. 

Una tal Josephine (según la cuenta española de Femen en Facebook) irrumpió en plena misa solemne de Navidad en la majestuosa catedral de Colonia (Alemania) y ante la indignación de los feligreses y el cardenal, Joachim Meisner (que además celebraba su 80º cumpleaños) ocupó el altar semidesnuda.  

Sobre su torso desnudo llevaba escrita la frase "I am God" (yo soy Dios), en inglés, no en alemán, para que se entendiese bien en fotos de todo el mundo.

Antes había estado sentada en primera fila, tapada con un abrigo de cuero y con pañuelo en la cabeza.


Ex-integrantes de Femen han declarado en diversas ocasiones que las activistas reciben un buen sueldo pero sólo si consiguen que se les hagan fotos y sus imágenes en vídeo salgan en TV. Sin imágenes, no hay dinero... y sin enseñar los pechos, no suele haber imágenes.

El Facebook de Femen declara que el acto de vandalismo anticatólico buscaba protestar "contra la propaganda antimujer que extiende el Vaticano prohibiendo el aborto".

Sus "argumentos" buscan ofrecer algo un poco más elaborado que unas tetas al aire, pero no mucho más: 

»"FEMEN reclama al Vaticano que ponga fin a esta oleada de fanáticos que nos devuelve con sus leyes al medievo, queremos volver al mundo moderno y a los derechos humanos! Este control sobre los deseos de fertilidad de la mujer sólo puede tener que ver con el fascismo, y otras creencias anti humanas.

»Europa! Despierta! Estos inquisidores no pueden ser tomados en serio! Todos estos preceptos deben ser quemados de inmediato!! Larga vida a la mujer, larga vida a la ciencia!! Mi coño, mis normas!!! Soy Dios": así es la perorata de Femen Spain en su muro.




Las fuerzas de seguridad detuvieron a la activista y la retuvieron hasta el final de la misa. La policía la ha acusado de alteración de la práctica religiosa y allanamiento de morada. Ella, a su vez, ha presentado una denuncia por lesiones físicas contra las fuerzas de seguridad del arzobispo.

Hace poco, el sociólogo Massimo Introvigne, responsable contra la cristianofobia de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea, (OSCE), preguntaba quién financia de verdad a las Femen y destacaba su importancia como estrategia política y de propaganda. 

"Las Femen no son una anécdota. Hacen propaganda – con una enorme resonancia mediática – por causas muy concretas: la lucha contra la Iglesia, la ideología de género, el matrimonio homosexual", recordaba.


Introvigne recogía las acusaciones de la directora de cine australiana, Kitty Green, en su documental "Ucrania no es un burdel", de que las Femen fueron creadas por el rico empresario ucraniano Viktor Sviatski para tener su propio harén: las Femen serían una herramienta sexista de un capitalista machista. 

Pero para Introvigne hay algo más: él cree que cuentan -al menos en algunos países- con apoyos económicos, políticos y mediáticos que les permiten entrar en sitios de alta seguridad para escenificar sus escandaleras y que favorecen su replicado en la prensa. 

Introvigne pide menos tetas y más transparencia: ¿quién les financia, más allá de Sviatski y para qué? 

Más sobre esto en: Femen, las periodistas de pechos al aire: "las creé para tener mujeres", admite su "asesor"