El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, minimizó ayer la importancia del papiro copto revelado esta semana por una investigadora estadunidense y que refiere en una frase a una supuesta esposa de Jesús.

“Es una cuestión especializada que corresponde a los estudiosos de fragmentos de papiros coptos, pero es un caso que no influye en la visión de Jesucristo que pertenece a la tradición de la Iglesia”, dijo el sacerdote jesuita a la prensa italiana.

Esta semana trascendió el descubrimiento de la profesora Karen King, de la Harvard Divinity School, de un fragmento de papiro escrito en dialecto copto sahídico típico del bajo Egipto en el cual se lee: “Y Jesús les dijo: ‘mi esposa…’”.

El estudio, que será publicado en la revista teológica de la Universidad de Harvard en enero de 2013, la estudiosa precisa que de esa frase no permite formular un juicio definitivo aunque aclaró que todo hace pensar en la autenticidad del fragmento.

El trozo del antiguo papel dataría del siglo IV de nuestra era, mide apenas cuatro por ocho centímetros (casi la misma medida de una tarjeta de presentación) y cuenta con ocho líneas de texto visibles por uno de sus lados, aunque está escrito por ambos.

Por su parte, el director de L´Osservatore, Giovanni Maria Vian, quien también es historiador especializado en la Iglesia antigua, duda de la autenticidad del documento. "Hay un comercio de (documentos) falsos en Oriente Medio", afirmó, y ha habido en Estados Unidos "un intento de hacer ruido en torno a este asunto".

Según él, la letra de quien escribió es muy "personal", cuando los documentos de este tipo se escribían con una letra codificada "muy rígida" que se parecía a un texto impreso.

"En la tradición de la Iglesia no se conoce ninguna mención de una esposa de Jesús. Según todos los índicios históricos, Jesús era soltero. Se dice claramente que Pedro estaba casado. ¿Por qué se hubiera ocultado en el caso de Jesús?", agrega Vian.

Para él, podría tratarse de un fragmento de evangelio apócrifo de inspiración gnóstica. Durante los primeros siglos del cristianismo, hubo numerosos evangelios apócrifos, que se presentaban como si los hubieran escrito allegados a Jesús, en los que se contaban todo tipo de prodigios sobre este último.

Mark Giszczak, un experto biblista del Augustine Institute de Denver (Estados Unidos) comentó que este tipo de papiros que son usados para intentar generar controversia sobre si Jesús estaba casado, "buscan al final de cuentas revivir el fantasma de ‘El Código Da Vinci’, la novela de Dan Brown".

En declaraciones a ACI Prensa, el catedrático señaló que el interés en este tipo de fuentes "nace de la obsesión de intentar hacer ver a Jesús como alguien que no fue especial, como un simple maestro humano en vez del mismo Hijo de Dios".

"Jesús, el Verbo encarnado, confronta a cada generación nueva con sus afirmaciones radicales sobre su ser Dios y su haber muerto por el mundo. La historia de su vida no debe ser reescrita, sino recibida y creída", resaltó.

Giszczak explicó además que la Iglesia Católica jamás ha enseñado que Jesús estuviera casado y que el Nuevo Testamento no dice que tuvo una esposa.

"Un texto del siglo IV que dice que Jesús dijo ‘mi esposa’ no cambia lo que sabemos sobre Jesús que está en el Nuevo Testamento. En vez de eso, nos muestra que algunos coptos del siglo IV creían que Jesús estuvo casado, una creencia que contradice a los Evangelios".

El experto resaltó que el profeta Jeremías y judíos del siglo I practicaron el celibato, mientras que mismo Jesús en el capítulo 19 de Mateo alienta su práctica.

Otros expertos coptos han cuestionado la autenticidad del fragmento, de acuerdo a lo que informa la agencia Associated Press. Critican su apariencia, la gramática, la falta de contexto y su origen ambiguo.

En declaraciones al diario estadounidense The New York Times, Karen L. King advirtió sobre el uso del papiro como una "prueba" de que Jesús estuviera casado. Sin embargo, ese mismo periódico y otros medios dijeron que el descubrimiento podría "reavivar" el debate sobre si realmente estuvo o no casado o sobre si tuvo discípulas.

Mark Giszczak rechazó esta perspectiva y explicó que el Nuevo Testamento muestra que Jesús tuvo seguidoras que estuvieron con él en la crucifixión, incluida María Magdalena, pero no se menciona a ninguna esposa.

Giszczak dijo que la gente debe estar "alerta" ante los nuevos descubrimientos y por ello "debe esperar a que todos los hechos se aclaren. Los siguientes sobre el Nuevo Testamento deben acogerse a la luz del Nuevo Testamento y la enseñanza de la Iglesia".