Los senadores demócratas impidieron este lunes que se aprobara una ley cuyo objetivo era garantizar la atención médica adecuada para los bebés que sobreviven un aborto fallido, con el fin de que no se les deje morir.

El proyecto fue presentado por el senador de Nebraska, el republicano Ben Sasse, ante el movimiento que varios gobernadores están realizando en el país para aprobar el aborto hasta el nacimiento. Aunque en realidad era sobre todo por el escándalo generado en Virginia, cuyo gobernador, el demócrata Ralph Northam dijo que quería emular al de Nueva York e incluso yendo más allá llegó a defender en una entrevista hasta el infanticidio con bebés ya nacidos, abriendo la posibilidad de que los médicos y los padres debatan sobre si dejar morir al bebé.

La negativa de los demócratas

Al considerar esta una cuestión urgente, el senador republicano presentó la Born-Alive Survivors Protection Act para proteger a estos bebés nacidos vivos tras un aborto fallido mediante el procedimiento de “consentimiento unánime”, con el fin de aligerar los trámites. Si ningún senador se opusiera, el Senado aprobaría la acción presentada, pero en cuanto uno se negase quedaría inmediatamente rechazada.

Precisamente, la senadora demócrata Patty Murray se opuso a este proyecto de que se procure atención médica a estos bebés echando así atrás la iniciativa de Sasse. Hablando en nombre de los demócratas del Senado, que no son mayoría, dijo que una ley de este tipo no es necesaria en Estados Unidos, pese a que hay gobernadores que sí plantean públicamente el que no se proteja a estos bebés.

Un partido, nuevamente retratado

Ante tal decisión, el conocido senador republicano Marco Rubio se mostró muy crítico asegurando “que los demócratas del Senado bloquearan un proyecto de ley para proteger a un bebé que sobrevive a un aborto dice mucho de ellos”.

En su opinión, “apoyar el derecho a la vida de un recién nacido no debe ser un asunto partidista. Desafortunadamente, los demócratas del Senado, al igual que sus colegas de Virginia y Nueva York, no parecen tener ningún problema en apoyar públicamente un infanticidio legal. Está claro que, en el tema de la vida, el extremismo se ha generalizado en el Partido Demócrata”.