La Santa Sede expresó hoy su «viva preocupación» ante la noticia de un Koran Burning Day (Jornada de Quema del Corán) lanzada por el pastor norteamericano Terry Jones para este 11 de septiembre y señaló que “no se puede poner remedio a aquellos actos de violencia deplorables contraponiendo un gesto de grave ultraje al libro considerado sagrado por una comunidad religiosa”.
 
El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso señaló a través de un comunicado que «todas las religiones, con sus respectivos libros sagrados, lugares de culto y símbolos tienen derecho al respeto y a la protección», puntualizando que «se trata del respeto debido a la dignidad de las personas que adhieren a ellas y a sus decisiones libres en materia religiosa».
 
Tras expresar sus «sentimientos de solidaridad profunda con todos los que han sufrido los horrendos atentados terroristas», el dicasterio vaticano hace un llamamiento «a todos  los responsables religiosos y todos los creyentes están también llamados a renovar su firme condena de toda forma de violencia, en particular la que se lleva a cabo en nombre de la religión».