La Iglesia parroquial de Sain Lambert de Gilly, en Bélgica, se transforma en mezquita todos los viernes –día sagrado para los musulmanes– por iniciativa del párroco D. Henry Rémy, de 89 años. Dice el sacerdote que se trata de "un gesto natural hacia los creyentes”, y que “sería feliz si viera a tantas personas durante sus oficios religiosos como cuando llega la hora de la oración de los musulmanes”.


El párroco de Gilly recibió una petición de la la asociación de Ak-Touba, tras quedarse la comunidad musulmana sin su lugar habitual de culto. Aunque es una solución temporal, según señalan todas las partes, de momento los musulmanes siguen rezando en el templo católico de Gilly.


El párroco Rémy dice que es bueno para «el diálogo, la oración y la comunión entre las comunidades religiosas de la ciudad» esta solución emprendida. Afirma que «los dos rezan al mismo Dios, pero de un modo diferente. Ahora tenemos que promover el diálogo».


Las imágenes santas y todo símbolo cristiano que hay en el templo es cubierto por sábanas «para no ofender a los nuevos fieles».

Según el imán y sus fieles se trata de «representaciones idólatras» El obispo diocesano, Don Guy Hapingny, explicó que al no sufrir daños el templo, no supone ningún problema esta cesión del espacio sagrado a los musulmanes.


El párroco ha dado permiso al muecín para que llame a sus fieles desde el campanario del templo, que acuden a la iglesia cuyo suelo se cubre con alfombras para la oración.