El arzobispo maronita de Tiro, Choukrallah Nabil El Hajj, administró los sacramentos el pasado sábado 5 de mayo a un buen número de militares españoles destacados en la Base Miguel de Cervantes, en Marjayoun (Líbano): en concreto, un bautismo, dos primeras comuniones y 25 confirmaciones. Concelebraron la misa con él un buen número de sacerdotes maronitas de poblaciones cercanas a la base (Kleyaa y El Khyam) y los capellanes castrenses de los contingentes francés y español.

“A lo largo de estos meses de misión en el Líbano, este grupo de militares españoles comenzaron un reencuentro con Dios y con ellos mismos", afirmó ante monseñor Nabil el capellán de la unidad, Carlos Manjón Requena: "Por así decirlo, fueron valientes para ponerse a tiro de Dios. Bautizarse, confirmarse y recibir a Jesús Eucaristía es el resultado de un camino interior que conduce a un compromiso definitivo e inquebrantable con Cristo y con su Iglesia, dentro de las Fuerzas Armadas. Cada uno de ellos tiene la buena voluntad para recomenzar aquella vida de fe que les regalaron sus padres en el día de su bautismo. En Carlos Manuel [el que recibió el bautismo], son los propios compañeros los que lo empujan para que consolide su fe y su sí a Cristo bautizándose en el Líbano. El camino no fue fácil, y se hizo necesario el coraje, la perseverancia en la formación catequética, el compromiso… valores estos que no son ajenos a nuestra vida de milicia”.


Los confirmandos posan junto al arzobispo maronita de Tiro. Fotos: Diócesis de Mérida-Badajoz.

Presidió la ceremonia la imagen expedicionaria de Nuestra Señora de Guadalupe, protectora de la Brigada. Según informa la diócesis de Mérida-Badajoz, hubo "más de una lágrima y una gran sensación de paz". Tras finalizar la ceremonia y antes del almuerzo, el arzobispo regaló un Rosario a cada uno de los confirmandos.

Actualmente hay desplegados en el Líbano en torno a 700 militares españoles, como parte de la Operación Libre Hidalgo, iniciada en 2006 como parte de la Fuerza Provisonal de las Naciones Unidas para el Líbano. La misión asignada a la fuerza multinacional en el que está integrada la fuerza española es la vigilancia de la frontera entre Líbano e Israel, principalmente para evitar la actividad de los terroristas de Hizbolá. Allí han muerto quince militares españoles, seis de ellos en 2007, víctimas de un atentado terrrorista.