Lorenzo Cherubini, conocido artísticamente como Jovanotti, es uno de los cantantes más conocidos en Italia donde a lo largo de una carrera de más de 30 años ha vendido millones de discos y ha llenado estadios en unos conciertos en los que atraía a miles de personas debido a su particular estilo que mezcla hip-hop y un estilo propio de cantautor.

En una vida y una carrera que ha ido siempre en la línea entre la creencia en Dios y su escepticismo religioso, este artista presentó recientemente su nuevo disco “Oh, vita”, en el cual hace un canto a la vida. Con la canción que da nombre a su trabajo vuelve a sus orígenes y recuerda su relación con la espiritualidad, habla de la presencia de Dios, donde a pesar de sus dudas, afirma que está dispuesto a escuchar y creer las historias que le hablan de Dios.


Este interrogante de la existencia de Dios le ha acompañado toda su carrera y es precisamente la Virgen María un personaje que le ha fascinado siempre, y a la que se siente muy agradecido. Concretamente a la Virgen de Guadalupe, de la que asegura que le ha ayudado mucho en momentos concretos de su vida, motivo por el cual la lleva tatuada y la visita en su santuario en México.

Precisamente, la Virgen ha mantenido a Jovanotti todavía en esta fina línea y no completamente alejado de Dios. De otro modo, este interrogante no estaría en su vida.


Una vida, por otro lado, que desde niño ha estado relacionada con la fe y la religión. Su padrea era gendarme vaticano y creció junto a los muros del Vaticano. Corría por la Plaza de San Pedro, donde acudía con sus padres a escuchar al Papa. Incluso, recuerda que de niño quería ser Papa.

Ahora, el videoclip central de su último disco vuelve a esta vida. “Oh, vita” ha sido grabado en el feliz entorno en el que creció, entre iglesias, crucifijos y a los pies de San Pedro. “Quería que esta canción fuera contada con un vídeo que me conectara con algo mío, ese era mi hecho personal, mi película”.


En un libro que acompaña a este nuevo disco, Jovannoti dedica además un capítulo entero a la Virgen María, que se titula “Las razones de un éxito que dura 2.000 años” donde habla sobre todo de la Virgen de Guadalupe, que “me tranquiliza”.

Nunca la religión ha abandonado su vida. Es más, en ciertos aspectos ha estado más presente que en muchos católicos nominales. Así, por ejemplo, la Madre Teresa ha marcado también su vida, tanto como para ponerle a su hija su nombre, inspirado en ella.

Destaca de ella su fe y sus virtudes extraordinarias. Asegura que no olvida un día que la vio en el Vaticano. “Ese día me puse en una esquina y la miré mientras caminaba: era inmensamente pequeña, pero una gigante por cómo había practicado su fe”.

Jovannoti cuenta también sobre esta santa que regresando de un concierto tomó una importante decisión. “De acuerdo con mi esposa Francesca, al día siguiente de la muerte de la Madre Teresa, mientras estaba en el avión, pensé que si tuviera una hija, la llamaría Teresa”, afirma. Y cumplió su palabra.


Tampoco ha ocultado nunca que en sus letras que dedica a las mujeres, especialmente a su esposa, se inspira en la Biblia, concretamente en el Cantar de los Cantares.

En esta lucha interior asegura que también reza y que cree en una vida después de la muerte. El fallecimiento de su hermano, una persona muy creyente, le marcó. “Era muy religioso, tengo la sensación de que encontró lo que estaba buscando, así que siento dolor por su muerte, pero no tristeza”, asegura. Esto le ha llevado incluso a leer la Biblia de manera asidua durante los últimos años mientras se ha seguido abriendo a la trascendencia pese a que aún le queda mucho camino por recorrer y un paso hacia adelante que le lleve de la incredulidad a la fe.

Aunque al tener a la Virgen como aliada y amiga todo puede ser más fácil. Ya se sabe, a Jesús a través de María.

Artículo publicado originariamente en Cari Filii News