A las 5.10 horas de la madrugada de este miércoles 28 de julio ha fallecido en Roma a los 92 años la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, fundadora y presidente de La Obra de la Iglesia.

La Obra de la Iglesia es una institución de derecho pontificio conformada por tres ramas de vida consagrada, sacerdotal, masculina seglar y femenina, que forman el cuerpo central de la Obra; así como por otros grupos que abarcan todos los estados y vocaciones en la Iglesia: personas casadas, solteras, consagradas a Dios privadamente, jóvenes y niños.

La Obra de la Iglesia tiene centros estables en España (Madrid, Guadalajara, Sevilla, Cádiz, Toledo, Valladolid, Ávila), Italia (Roma, Albano Laziale y Rocca di Papa) y Guinea Ecuatorial (Malabo), aunque desarrolla desde ellos misiones apostólicas también en otros países de América, África y Asia.

Trinidad Sánchez Moreno, nació en Dos Hermanas (Sevilla) en 1929. Cuando se encontraba afincada en Madrid  experimentó a los 30 años, en 1959, una vivencia mística que marcó el origen de una realidad eclesial que tiene 62 años: la Obra de la Iglesia.

Madre Trinidad fue visitada en 1996 por Juan Pablo II cuando estaba enferma

Trinidad vivía en la madrileña calle Cadarso, en un piso alquilado al padre Morales, con otras amigas que querían servir a Dios. Su director espiritual era un sacerdote joven, Julio Sagredo, quien escribiría: “Conocer a la Madre Trinidad ha sido la mayor gracia de mi vida. En aquel mes de marzo de 1959, fui testigo de cómo el Señor iba elevando su alma vertiginosamente, y por eso no me extrañaba que fuera a hacer con ella algo fuera de lo común”.

Ella describiría así lo que experimentó: “Dios me introdujo […] el 18 de marzo de 1959, de una manera profundísima e inimaginable en la hondura insondable del Misterio de su vida […] para que contemplara aquel Sancta Sanctorum de la adorable Trinidad, velado y oculto […] y allí fui introducida sin poder comprender cómo pude entrar; y mucho menos cómo después de haber salido, he podido seguir viviendo todavía durante tantos años […] ¡Sólo para ayudar a la Iglesia! ¡sólo para eso […] A la cual mi pobrecita alma temblorosa, tenía que manifestar […] como el Eco tan sólo, diminuto, asustado y tartamudeante, del Pueblo de Dios”.

Desde 1993 vivía en Roma mientras ofrecía los dolores de las enfermedades que ha padecido a la vez que iba viendo crecer esta Obra de la Iglesia que Juan Pablo II aprobó canónicamente. El Papa polaco, en el decreto de Aprobación Pontificia, quiso señalar aquel día, 18 de marzo de 1959, como el principio de La Obra de Iglesia.

En 2019, la Santa Sede concedió un Año Jubilar a la Obra de la Iglesia por su 60 aniversario. El año de celebración se inició ya con una solemne Eucaristía en Roma presidida por el cardenal Robert Sarah y concelebrada por una decena de obispos de varios continentes.