La entrevista de José Beltrán en La Razón a Cristina Bergoglio, pintora afincada en Madrid desde hace 17 años, cuando llegó a España desde su argentina Córdoba natal, refuerza algunas de las claves del pontificado de su tío.

La artista, escritora y pintora especializada en paisaje urbano, es pariente directa de Francisco porque su bisabuelo y el abuelo del Papa eran hermanos, y confiesa que tiene fe: "Yo soy cristiana, me identifico con el mensaje del Evangelio, pero no tanto con la Iglesia" matiza.

Cuando su padre le hablaba de que tenían un tío sacerdote que después fue arzobispo de Buenos Aires, explica a La Razón, a ella le generaba rechazo por el simple hecho de pertenecer a la jerarquía eclesial: "Me negaba a leer nada porque pensaba que sólo por el hecho de ser obispo era una persona muy cerrada y hermética porque yo siempre he sido antidogmática".

Pero hubo algo que le hizo cambiar de opinión: "Su labor por los más desfavorecidos ha sido muy real y concreta en los barrios marginales; me consta que ha ayudado a gente que se encontraba en situaciones extremas y traumáticas, no con palabras sino con hechos". Y añade que "su austeridad, algo exagerada, fue malinterpretada por algunos en Argentina creyendo que el mensaje que lanzaba es que ser pobre está bien, cuando no es así".

Además, Cristina y Francisco tienen algo más en común: "Descubrí que había estudiado Psicología. Es un hombre que conoce la psique humana, la amargura interior, sabe cómo nos sentimos, que fallamos, que no tenemos fe en nosotros mismos... Ése es el punto que más nos une". Y considera que "se ha revelado con un gran comunicador que está mostrando el mensaje esencial del amor y de Cristo, desde la tolerancia y la sabiduría".

Cristina Bergoglio prepara un viaje a Roma para ver al Papa en una audiencia general ("con darle un abrazo me basta") y desvela que le dedicará una obra: "Le pintaré un cuadro que tenga que ver con Asís, porque yo también soy fan del poverello y de su conexión con la naturaleza. Roma me parece demasiado ostentosa y la ve todos los días como para regalarle un lienzo de la ciudad y tampoco creo que a él le guste especialmente verse en un retrato".

La elección de Francisco sorprendió a Cristina en Lisboa el 13 de marzo de 2013: "Estaba en la máquina elíptica del gimnasio del hotel cuando de repente vi en la tele, escuché el nombre y dije: ´¡Mi tío!´. Me tuve que bajar de la máquina por la sensación de estrés que me dio de repente".