Las autoridades paquistaníes han recibido tres peticiones de indulto para Asia Bibi, la católica pakistaní condenada en 2010 a la horca por delito de blasfemia, según informa la plataforma ciudadana Maslibres.org.

Las solicitudes están dirigidas al presidente de la República Islámica de Pakistán, Asif Ali Zardari; al primer ministro, Nawaz Sharif, y al gobernador del Punjab, Latif Khosa, que sucedió en el cargo al asesinado Salman Taseer, que pagó con su vida la defensa de la mujer pakistaní.

Los ruegos están firmados por el marido de Asia Bibi, Ashiq Masih, quien lamenta su reciente trasladado a la prisión del distrito de Multan coincidiendo con la reactivación de la pena de muerte en el país de la mano de Nawaz Sharif al no renovar la moratoria que regía en el país.

“Yo, el abajo firmante, solicito respetuosamente la inmediata liberación de Asia Bibi y que se le permita, por seguridad, su acogimiento en otro país”, pide Ashiq Masih, quien argumenta que sus cuatro hijas y su hijo “necesitan a su madre con ellos”.
Más Libres está apoyando, además, las peticiones de indulto con la recogida de firmas a través de la página web de Hazteoir.org. La plataforma solicita a los internautas “presionar” al Gobierno adhiriéndose a esta campaña, que lleva recogidas hasta la fecha más de 27.600 firmas.

El objetivo de la alerta es “inundar” el correo electrónico del primer ministro pidiendo la libertad para esta madre que lleva cuatro años en el corredor de la muerte, lo que la sitúa en los primeros puestos de la lista de presos a ejecutar.

Recientemente, Omar Hamid Jan, un portavoz del Ministerio de Interior, ha asegurado que la nueva política servirá para ejecutar a todos los presos condenados a muerte, salvo a aquellos que han sido indultados por razones humanitarias.

Maslibres.org tiene constancia de que familiares de Asia Bibi han mantenido los primeros contactos con las autoridades paquistaníes para intentar conseguir para ella el indulto.


Asia Bibi ingresó en la cárcel de Sheikhupura el 16 de junio de 2009. Pero recientemente ha sido trasladada a la prisión del distrito de Multan, localidad del Punjab situada a siete horas en automóvil del domicilio familiar. “El esposo y las hijas de Asia tienen que viajar ahora durante toda la noche para poder visitarla en la nueva prisión. Y sus visitas no pueden exceder los 15 minutos”, explica el portavoz de Maslibres.org, Miguel Vidal.

“Desde Multán nos informan de que el cambio de prisión no ha significado una mejoría en la situación de esta madre católica. El camastro en el que duerme está roto y carece de ropa de cama, la comida resulta peligrosa porque alguien podría intentar envenenarla y su estado de salud es precario. Además, no está recibiendo el tratamiento médico adecuado”, detalla Vidal.