Ha terminado la III Jornada sobre Libertad Religiosa, que ha organizado por tercer año consecutivo la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada.

François-Xavier Maroy, arzobispo de Bukavu, al este de la República Democrática del Congo, fue uno de los participantes de la Jornada, en la que ha dado testimonio de la Iglesia en su diócesis. Monseñor Maroy ha vivido varias guerras en las que los cristianos han sido perseguidos, amenazados he incluso asesinados. “Mataron a una religiosa solo para intimidarnos”, ha confesado el prelado, asegurando que “las intimidaciones siguen, pero permanecemos firmes”.

Después de monseñor Maroy intervino un seminarista chino, que contó cómo se vive la fe cristiana en la más absoluta clandestinidad: “La Iglesia en China está perseguida, no tenemos la libertad de vivir la fe”. "Muchos sacerdotes de mi diócesis han sido encerrados, maltratados y han recibido torturas”, añadió. Incluso el obispo de su diócesis estuvo veinte años en la cárcel y actualmente se encuentra en arresto domiciliario. Los católicos en China representan menos del 1% de la población y en algunas regiones sólo pueden celebrar misa una o dos veces al año. En algunos pueblos la gente no ha visto a un sacerdote desde hace treinta años.

La Jornada finalizó con la intervención de la doctora Soha Abboud, profesora titular en la Universidad Complutense de Madrid, quien hizo un análisis de la situación de los cristianos en Egipto y Siria. Aseguró que hasta hace unos años los cristianos en Egipto sufrían una persecución continua, de forma violenta o discriminatoria. En la actualidad se vive en la incertidumbre, aunque los radicales islámicos tienen cada vez más presencia en el gobierno egipcio. Ante esta situación, la doctora Abboud pidió "que se proteja verdaderamente la minoría cristiana en Oriente Medio”.

En esta III Jornada de Libertad Religiosa, Nadia Eweida, empleada de British Airways que fue despedida por llevar una cruz al cuello, fue galardonada con el premio a la Defensa de la Libertad Religiosa.