Luis Antequera ha realizado una interesante entrevista a María San Gil, alma mater del PP vasco durante muchos años y desde el 2008 retirada de la política activa.

María se manifiesta pro-vida, pro-familia y católica. Dice estar en contra de que se califique la uniones homosexuales como "matrimonio".

Luis Antequera ha publicado esa entrevista en su blog En cuerpo y Alma que está alojado en Religión en Libertad. Puede leer la entrevista íntegra pinchando AQUÍ

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María no quiere hablar de política. Cree que en su actual situación no debe hacerlo. Pero es indudablemente una mujer de convicciones, una mujer comprometida con un ideal de ser humano, con un ideal de sociedad. De todo ello, y aceptando la condición de partida, sin entrar en política, vamos a hablar con ella.
- Hace ya cuatro años que abandoné la política y puede que al principio la echara un poco de menos, pero ahora nada de nada.

- Sobre todo he ganado en calidad de vida, ahora tengo mucho más tiempo para mi familia, para mis amigos e incluso para mí misma. Mi vida es mucho más tranquila y sosegada.

- Creo que la familia está hoy en día infravalorada, no es “políticamente correcto” hablar bien de ella cuando en realidad ocupa un papel fundamental en la sociedad. En nuestra sociedad, hoy impregnada de relativismo moral, resulta esencial poner en valor sin ambigüedades su importancia porque la familia es el núcleo de transmisión de valores, de principios, sustentados en el cariño, el respeto, la lealtad, el afecto… El hombre es un ser eminentemente familiar.

- Paradójicamente, cuando es más necesaria y está siendo más útil que nunca por la situación de crisis económica que atravesamos, la familia como valor en sí misma no se valora. Creo que se puede hacer más de lo que se está haciendo desde las instituciones públicas.

- Entiendo que dos personas del mismo sexo si son pareja deben tener, por supuesto, los mismos derechos y las mismas obligaciones que cualquier pareja heterosexual, pero lo que no comparto es que la definición de ambas uniones se haga con el término matrimonio.

Hasta el diccionario recoge como definición de matrimonio “unión entre un hombre y una mujer”. Y lo que tampoco consigo comprender es la voluntad de una parte de parejas homosexuales de denominarse matrimonio, sabiendo que ese término no es aplicable a su unión.

- Eso es algo muy privado y subjetivo. Para mí, como católica, es fundamental en mi vida.

- Yo desde luego no hago exaltación de mi fe, pero la vivo en familia y en comunidad.

- Cada vez somos una sociedad más laica, somos es una sociedad muy poco practicante y es difícil transmitir a las siguientes generaciones los valores de la fe.

- En política y en cualquier ámbito laboral puede uno conducirse como cristiano.

- Creo que tenemos una generación muy preparada en lo académico, pero muy débil en lo moral. Lo han tenido todo demasiado fácil y ahora no saben muy bien cómo enfrentarse a la crisis, ni a la económica ni a la de valores.

- Pro-life

- Habría mucho que hacer pero el origen debería ser el derecho a la vida por encima de cualquier otra consideración.

- Mi país, del que me siento muy orgullosa de formar parte.

- Quizá debería pensar en qué cosas cambiaría o arreglaría en mí antes de intentar cambiar a la sociedad española

- - Las víctimas del terrorismo siempre han sido un ejemplo de dignidad y no tengo más que palabras de agradecimiento y de cariño para ellas.