Este lunes sale a la venta en Italia el nuevo libro del escritor norteamericano George Weigel sobre Juan Pablo II: El fin y el inicio. Juan Pablo II: la victoria de la libertad. Los últimos años. La herencia (Cantagalli). El autor de Testigo de esperanza, considerada una de las mejores biografías publicadas sobre Karol Wojtyla, recoge en las más de seiscientas páginas de este volumen nuevas investigaciones y testimonios recogidos en buena medida de archivos hasta ahora secretos.

Entre los hechos relevantes que detalla Weigel se encuentran diversas muestras de fidelidad que ofreció el arzobispo de Cracovia en los años del comunismo hacia el cardenal Stefan Wyszynski (19011981), auténtica bestia negra del Partido.

Una de ellas fue durante la visita que Charles de Gaulle (18901970) giró a Polonia en 1967. En su interés por marcar una agenda propia ante los países del Este, el presidente francés aceptó la condición del régimen de no encontrarse durante su estancia con el arzobispo de Varsovia y primado de Polonia, de inmenso prestigio popular y a quien el gobierno títere de los soviéticos quería presentar como un caso aislado de empecinamiento personal.

Durante una de las etapas de su viaje, De Gaulle estuvo en Cracovia y quiso visitar la catedral. Esto creaba un conflicto al titular de la diócesis, si mantenía un encuentro con quien había admitido no tenerlo con Wyszynkski. Pero Karol Wojtyla lo tuvo claro: cuando llegó al templo, De Gaulle "se encontró como guía al sacristán, quien le informó de que el cardenal Wojtyla tenía otros compromisos".

"Un claro signo", explica Weigel a L´Avvenire, "de la fidelidad de Wojtyla y de su decisión de no ser instrumentalizado contra el primado, ni siquiera por el Gran Charles".