Este domingo se celebra el Bautismo del Señor, fiesta con la que se cierra el tiempo litúrgico de la Navidad. El Papa Francisco ha bautizado a algunos bebés en la Capilla Sixtina (aquí vídeo y fotos en ese marco incomparable) y ha pedido antes del rezo del Ángelus “oración por ellos y por sus familias”.

Después, ha dedicado el comentario del Evangelio del día, en el marco de su mensaje del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, a comentar por qué Jesús pidió ser bautizado, cuando precisamente Juan el Bautista se asombraba de ello y hasta se negaba a hacerlo.

“Esta decisión de Jesús sorprende al Bautista – dice el Papa – de hecho, el Mesías no necesita ser purificado; Él es quien purifica”. En ese diálogo, Juan también declara que entre él y Jesús había una distancia abismal, pero – puntualiza Francisco – “el Hijo de Dios vino precisamente para cerrar la distancia entre el hombre y Dios” y si Jesús está del lado de Dios “también está del lado del hombre y une lo que estaba dividido”.

Es por ello que el Papa explica entonces que el Mesías pide ser bautizado precisamente “para que se pueda hacer toda justicia”, o en otras palabras “para que se realice el plan del Padre que pasa por el camino de la obediencia filial y la solidaridad con el hombre frágil y pecador”. “Es el camino de la humildad y la total cercanía de Dios a sus hijos”, dice, “requerido también hoy a los discípulos del Señor”.

Y en este momento previo a la oración mariana, el Santo Padre también ha aprovechado para hacer un llamamiento a la comunidad cristiana “para salir a encontrarse con los otros” pero siempre – ha especificado el Papa – “proponiendo y no imponiendo”, “dando testimonio” y “compartiendo la vida concreta de las personas”.

Por último, el Papa ha recordado que en la fiesta del Bautismo de Jesús “redescubrimos nuestro Bautismo” y al igual que Jesús, “también nosotros nacidos del agua y del Espíritu Santo sabemos que somos hijos amados, objeto de la complacencia de Dios”. Pero tampoco debemos olvidar que somos “hermanos de muchos otros hermanos, implicados en una gran misión para testificar y anunciar a todos los hombres el amor infinito del Padre”.

El Bautismo de Jesús según la película de Zeffirelli de 1977, Jesús de Nazaret