En su homilía de este viernes en la misa de la Casa Santa Marta, el Papa denunció las "colonizaciones ideológicas" (término que usa habitualmente para referirse a la ideología de género) que provocan el enfrentamiento entre el hombre y la mujer, el cual atribuyó a la actuación del demonio.

"Detrás de toda persecución está el diablo, que busca destruir la confesión de Cristo en los cristianos y la imagen de Dios en el hombre y en la mujer”, dijo Francisco: "Desde el principio ha buscado hacer esto –podemos leerlo en el Libro del Génesis–, destruir la armonía entre el hombre y la mujer que el Señor ha creado, esa armonía que deriva del ser imagen y semejanza de Dios... Y lo ha conseguido. Ha conseguido hacerlo con el engaño, la seducción, con las armas que él utiliza”.

"Siempre lo ha hecho así", recordó el Papa, "pero hoy existe una fuerza, yo diría una furia, contra el hombre y la mujer", que explica "esta oleada en aumento de las destrucciones del hombre y de la mujer, de lo humano”. Son "colonizaciones culturales contra la cultura de la gente, imponen cosas que no son humanas para destruir” y llevan a la “muerte”. También con las guerras se destruye "la imagen de Dios", las colonizaciones y las guerras buscan "destruir a la humanidad, destruir la imagen del hombre y de la mujer, sea físicamente, sea moral o culturalmente".

Francisco señalaba, al hilo de las lecturas del día, el aire de "persecución" "en el que vive el cristiano también hoy, porque también hoy hay muchos mártires, muchos perseguidos por amor a Cristo. En muchos países los cristianos no tienen derechos. Si llevas una cruz, vas a la cárcel y hay gente en la cárcel por eso. Hay gente condenada a morir por ser cristiano, hoy. Hay mucha gente asesinada, y cada vez más, más que los mártires de los primeros tiempos. ¡Muchos más! Pero esto no es noticia. Y por eso los noticieros, los periódicos no publican estas cosas. Pero los cristianos son perseguidos”.

Esto "no es fácil de entender, se requiere mucha oración para entenderlo", concluyó el Papa, pero "no debemos permitirnos ser ingenuos", es "el padre de toda persecución quien no tolera que estemos hechos a imagen y semejanza de Dios y ataca y destruye esta imagen".