Este jueves el semanario alemán Die Zeit ha publicado una entrevista con el Papa Francisco, en la que el Pontífice se centra en el grave problema vocacional que afecta a la Iglesia Católica ante la falta de sacerdotes en muchas parte del mundo y el envejecimiento del clero occidental.

En la entrevista, Francisco afirmó que "la falta de vocaciones es un problema grande. Un problema que la Iglesia debe resolver. La Iglesia debe encontrar la forma de resolverlo”.


Preguntado sobre qué soluciones se pueden tomar para intentar solucionar esta falta de clero y de vocaciones, el Papa explicó que “lo primero que debemos hacer es rezar. El Señor nos ha dicho que recemos. Nos falta oración”.

En segundo lugar, agregó el Santo Padre, “debemos trabajar con los jóvenes que tengan alguna inquietud de servicio a los demás. Y esto es muy difícil. El trabajo con los jóvenes se debe hacer para que ellos se planteen su vocación”.


Pero el Papa también alertó de otro problema que afecta directamente a las vocaciones, “el problema de la natalidad”. “Si no hay niños, no habrá sacerdotes. Creo que es el principal problema que deberemos afrontar en el próximo Sínodo con los jóvenes, pero no es un problema de proselitismo, no. No se consiguen vocaciones con el proselitismo”.


Durante la entrevista el Papa explicó algunos motivos que provocan la falta de vocaciones y como consecuencia el envejecimiento del clero


Entonces, llegó la pregunta sobre si la solución pasa por poner fin al celibato. Según el Papa, en un contexto como el actual con esta necesidad tan acuciante es muy recurrente esta petición. Sin embargo, el Papa lo dejó claro: “el celibato opcional no es solución”.

Y tras esta respuesta, el entrevistador le preguntó específicamente por los “Viri probati”, una figura que existió en la Iglesia primitiva, hombres casados y de probada virtud que eran ordenados sacerdotes.

Esta fue la respuesta textual de Francisco: “Debemos seguir meditando si los Viri probati son una posibilidad. Luego debemos decidir qué tareas pueden asumir, por ejemplo, en comunidades muy alejadas”.


El Papa también fue preguntado sobre la crisis de fe que existe en el mundo. Ante esta situación, el Pontífice llamó a los católicos a no desanimarse porque “no podemos crecer sin crisis. En la vida humana sucede lo mismo. El crecimiento biológico también es siempre una crisis, ¿no? La crisis del niño que se hace adulto. En la fe ocurre lo mismo”.

“La crisis es, no digo el pan nuestro de cada día, pero la vida es parte de la vida de la fe; una fe que no entra en crisis para crecer se vuelve infantil”, dijo el Papa, que recordó que “la fe es un don, te la dan”.


Sobre su persona, Francisco, se definió como "una persona normal que hace lo que puede" e insistía en que "no me veo como alguien extraordinario".

Del mismo modo, el Papa advertía de que "no me veo como alguien extraordinario". "Soy un pecador y no soy infalible", aseguraba y dejaba una cosa clara: "la idealización de una persona es también una especie de agresión subliminal". Por ello, indicaba que "cuando soy idealizado me siento agredido".


Durante la entrevista con el semanario alemán, Francisco habló también del populismo, creciente en países de todo el mundo. “Dentro del populismo siempre hay un mesianismo. Siempre. Y también una justificación: perseverar la identidad del pueblo”.

Y para hacer frente a este fenómeno, el Papa recordó el papel de los líderes europeos tras la Segunda Guerra Mundial: “Ellos imaginaron una fraternidad en toda Europa: desde el Atlántico hasta los Urales. Ese es el sueño de grandes líderes que son capaces de llevar el bien a los países sin necesidad de ser ellos el centro, sin ser mesías”. 


Sin rehuir ningún tema, el Pontífice comentó la polémica sobre la Orden de Malta, con la salida del gran maestre y el nombramiento de un delegado pontificio pese a que el cardenal Burke es el patrono de la orden.


El Papa habla de la Orden de Malta y de su relación con su patarono, el cardenal Raymond Burke

“Con la Orden de Malta había un problema que él (Burke) no era capaz de gestionar porque no era el único protagonista allí. Yo no le retiré el título de Patrono de la Orden de Malta. Él continúa siendo Patrono de la Orden de Malta. Él continúa siendo Patrono. Pero se debía encauzar la situación de la Orden, y por eso nombré un delegado capaz de encauzarlo, con un carisma que no tiene el cardenal Burke”, aseguró el Papa.

Y preguntado sobre si tiene un enfrentamiento con este cardenal estadounidense, Francisco aclaró que “no es un adversario”.

También comentó los carteles que han aparecido recientemente en Roma contra él y dijo que “desde el momento que fui elegido Papa, no he perdido la paz”.