El Papa Francisco saludó desde el balcón a los mieles de fieles que acudieron a la Plaza de San Pedro para rezar el Regina Coeli donde recordó que el Espíritu Santo es el que "nos asiste" en nuestra vida. Radio Vaticana recoge las palabras del Pontífice: 

“Que el Espíritu Santo de fuerza a todos los misioneros ad gentes y sostenga la misión de la Iglesia en el mundo entero”. Fueron las palabras del Papa al saludar a los numerosos fieles llegados a la plaza de San Pedro para rezar junto a él, en el día de Pentecostés, a la Madre de Dios, recordándoles que hoy ha sido publicado su mensaje para la próxima Jornada Misionera Mundial, que se celebra cada año el cuarto domingo de Octubre.

 Antes de saludar a los numerosos fieles presentes en la plaza de San Pedro, Francisco reflexionó sobre “la gran fiesta de Pentecostés” que hoy celebramos. “La liturgia –dijo- nos invita a abrir nuestra mente y nuestro corazón al don del Espíritu Santo, que Jesús prometió varias veces a sus discípulos, el primero y principal don que Él nos ha dado con su Resurrección y Ascensión al Cielo”.

“Gracias al Espíritu Santo –aseguró el Obispo de Roma-  Amor que une el Padre y el Hijo y de ellos deriva, todos podemos vivir la misma vida de Jesús” porque es Él que “de hecho, nos enseña cada cosa, es decir, la única cosa indispensable: amar como ama Dios”.
 
El Pontífice explicó que Jesús “en el prometer al Espíritu Santo, lo define “otro Paráclito” que significa “Consolador, Abogado, Intercesor”. Es “Aquel que nos asiste en la vida” y ejerce una “función de enseñanza y de memoria”.

Es precisamente el Espíritu Santo – subrayó el Papa- el que nos enseña todo, mantiene viva la enseñanza de Jesús,  e “injerta su enseñanza  dentro de nuestro corazón, nos ayuda a interiorizarlo, haciendo que se transforme en parte de nosotros, carne de nuestra carne”.