La revista Forbes es mundialmente conocida, entre otras cosas, por las frecuentes listas que suele elaborar y publicar. Este mes de mayo de 2010 ofrece la lista de las 70 mamás más ricas del mundo: son mamás con fortunas de mil millones de dólares y por eso están en el top del listado.
 
En la lista (la fotográfica puede verse aquí) se encuentran nombres como el de Margarte Whitman, Christy Walton, Rosalía Mera, J. K. Rowling, Liliane Bettencourt y un larguísimo etcétera.
 
Es obvio que esta lista contempla la riqueza material. Pero seguro que hay más de 70 mamás en el mundo que tienen la mayor y mejor riqueza del planeta (y que no es precisamente el dinero): el don de una familia unida, de un esposo fiel, de unos hijos cariñosos, de amigos sinceros, de la salud y, sobre todo, el de la fe que permite ver todo como gracia y regalo de Dios y que comprende su amistad.
 
Y ya que hablamos de fe, aunque no aparezca en Forbes, si ésta se midiera en dólares, pues la Virgen María sería archimillonaria. O tal vez no entraría en la lista porque sencillamente no tendría competencia: y es que Cristo es el mayor tesoro.
 
Nosotros también lo podemos recibir, sin costo alguno, cada vez que recibimos su Cuerpo en la Santa Misa. Pero no se trata nada más de recibir a Cristo: hay que darlo, hay que darse con Él. Cuando Cristo se convierte en nuestra fortuna hay que compartirla necesariamente. Quizá así lograremos estar en la lista del Forbes del cielo.