Los medios de comunicación nos han informado de que después de las elecciones del 26-J los podemitas andan buscando las razones de su fracaso electoral y del millón de votos perdidos. Para mí la causa es muy simple: el ser humano tiene cantidad de fallos, pero una gran cualidad, nos gusta la libertad.

Para el creyente, Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza (Gen  1,26-27), haciendo de él un ser racional libre, por lo que es responsable de sus actos, en la medida que éstos son voluntarios, “La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural a ser reconocida como un ser libre y responsable… El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana” (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1738). Ahora bien “el ejercicio de la libertad no implica el derecho a decir y hacer cualquier cosa… al apartarse de la ley moral, el hombre atenta contra su propia libertad, se encadena a sí mismo, rompe la fraternidad con sus semejantes y se rebela contra la verdad divina” (CIC nº 1740). Los creyentes sabemos que la libertad es uno de los dones más importantes que Dios ha dado al hombre. ¡Ojalá la sepamos usar bien!

Hace unos días oí en un video decir a Pablo Iglesias que uno de los días tristes de la Humanidad fue el día que cayó el Muro de Berlín. Yo viví en Alemania en agosto de 1961 la construcción del Muro. Pocos años más tarde lo visité, haciendo unos cuantos kilómetros a su alrededor y pensé que un ejercicio muy recomendable para un comunista era hacer ese recorrido, pues  como dijo el presidente Kennedy en una famoso discurso en Berlín el 26 de junio de 1963: “Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende, o dice que no comprende, cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. Dejad que vengan a Berlín. Hay algunos que dicen que el comunismo es el movimiento del futuro. Dejad que vengan a Berlín. Y hay algunos pocos que dicen que es verdad que el Ccmunismo es un sistema maligno pero que permite nuestro progreso económico. Lasst Sie nach Berlin kommen [Dejad que vengan a Berlín]”. Lo mismo se puede decir de los nazis. Recuerdo que tras una visita a Dachau un padre de un alumno me decía: “Mi hijo era filonazi. La visita a Dachau le ha curado de ese sarampión”.

Por ello recuerdo como una de las grandes alegrías de mi vida la caída del Muro en noviembre de 1989. ¿Por qué cayó el Muro? Comunismo y nazismo han sido las dos grandes tiranías criminales y totalitarias del siglo XX. El bloque comunista se derrumbó porque no supo resolver los problemas sociales, económicos y por supuesto religiosos de la gente Y es que comunismo y derechos humanos son sencillamente incompatibles, pues no respetan ni el derecho a la vida, ni el derecho a la libertad, ni el derecho a la propiedad, ni la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, ni la libertad de expresión, de reunión o de asociación pacíficas, ni elecciones libres, ni la libertad sindical, ni la libertad de educación, ni el derecho de los padres a educar según sus convicciones a sus hijos y posiblemente me deje todavía unos cuantos derechos. Se me podrá objetar que los demás partidos tampoco respetan muchos de estos derechos, pero Pablo Iglesias signica el fin de la prensa, radio y televisión libres, por no hablar de su postura en temas educativos y religiosos, con su transnochado odio a la Iglesia.

El cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, veía así su tarea: “Yo lucho por combatir esa pobreza. La pobreza se ha convertido en una condición natural y ello es malo. Mi tarea es evitar el agravamiento de tal condición. Las ideologías que fabrican pobreza deben ser denunciadas. La educación es la gran solución al problema. Debemos enseñar a la gente como salvar su alma, pero enseñando a evitar la pobreza y no  permitir que el gobierno los conduzca a ese penoso estado”.