Después de la llegada de Pietro Parolin, hace un año, Francisco mueve otro importante alfil en el organigrama de la Secretaría de Estado: el actual Secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo corso Dominique Mamberti, pasa a la guía del supremo tribunal de la Signatura Apostólica, sustituyendo al cardenal Raymond Leo Burke, que, a su vez, pasará a la Orden de los Caballeros de Malta.

Un nombramiento, este último, que el mismo Burke había confirmado en una entrevista durante el Sínodo extraordinario sobre la familia.

El nuevo «ministro del Exterior» vaticano que sucederá a Mamberti es Paul Richard Gallagher, arzobispo titular de Holdem (antigua diócesis escocesa que después fue eliminada) que nació en Liverpool el 23 de enero de 1954. En la actualidad es el nuncio apostólico en Australia. Gallagher, nombrado nuncio en Burundi y consagrado obispo en 2004, de 2009 a fines de 2012 (antes de su llegada a Oceanía) fue representante pontificio en Guatemala.

Nació en el mismo barrio en el que los Beatles comenzaron su carrera y fue ordenado sacerdote en la diócesis inglesa de Liverpool en 1977; comenzó su servicio como ayudante del párroco en la Iglesia Holy Name y también fue capellán del hospital de Fazakerley. Obtuvo la licenciatura en derecho canónico y entró a formar parte del servicio diplomático de la Santa Sede en 1984. Antes de ser nombrado nuncio apostólico, prestó servicio en las representaciones diplomáticas vaticanas de Tanzania, Uruguay, Filipinas y en el Consejo de Europa.

Como nuncio en Burundi, Gallagher fue el sucesor del arzobispo irlandés Michael Aidan Courtney, gran promotor de la paz durante la guerra civil que fue asesinado el 29 de diciembre de 2003. También logró escapar a las bombas que cayeron sobre su vivienda. Nombrado por Benedicto XVI para Guatemala y después para Australia, presentó sus credenciales en Canberra el 30 de abril de 2013.

El nuevo «ministro del Exterior» vaticano también cuenta con experiencia en los cinco continentes: en estos últimos años, en Oceanía; antes en América Latina y en África, y primero en Asia y Europa. Trabajó durante cinco años en la Secretaría de Estado y conoce bien la máquina curial. También ha tenido ocasiones de colaboración con el actual Secretario de Estado, Pietro Parolin. Gallagher habla inglés, evidentemente, español, francés e italiano. Es descrito como un prelado competente, más allá de cualquier "grupúsculo", que ha desempeñado bien su servicio en todos los encargos que se le han encomendado.