Tres segundos es lo que tarda una persona en decidir si quiere seguir viendo un anuncio en redes o permanecer en una página web.

En el caso de las parroquias, los nuevos visitantes tardan diez minutos en responder una pregunta determinante: “¿Me sentiré acogido al entrar?”  

El experto en evangelización y estrategia parroquial Marcel Lejeune ofrece 11 consejos para que la respuesta sea positiva y que los nuevos visitantes de tu parroquia decidan volver.

El 80% de los que se sienten acogidos, regresan 

“Cada persona tiene una razón única por la que ir a su parroquia”, afirma Lejeune en su blog de evangelización, Catholic Missionary Disciples , donde comparte  su experiencia de muchos años acompañando apostolados parroquiales católicos. 

Lo que quieren todas las personas al visitar una parroquia es sentirse valoradas y acogidas.

Sin embargo, eso no siempre sucede. Con frecuencia, el sacerdote o los anfitriones no son capaces de ponerse en la piel de los nuevos visitantes.

El verdadero desafío, explica, es poder "ver a nuestras propias parroquias con los ojos de nuestros visitantes".

¿Tienen una experiencia positiva?
¿Se sienten bienvenidos?
¿Saben dónde aparcar o cómo llegar?
¿Hay buena información sobre la parroquia y horarios en su página web?

Al final, todo se reduce a una pregunta: ¿Cómo podemos ser más hospitalarios con nuestros parroquianos? 

Si la respuesta a estas preguntas es positiva, el éxito estará asegurado: según el experto Chris Abbott, el 80% de los visitantes que se sienten bienvenidos en una parroquia, repiten la asistencia. 

1º) Los primeros 10 minutos son clave

El experto calcula que en ese periodo de tiempo, los visitantes se forman una primera impresión de la parroquia. “Desde que aparcan el coche hasta que se sientan en el banco están valorando la organización, y esos minutos pueden suponer la diferencia entre volver o no hacerlo nunca”

2º) La página web es el primer escaparate…

Es lo que la mayoría de los posibles visitantes verá primero. ¿Tu parroquia no tiene página web? Y en caso de tenerla, ¿es atractiva, intuitiva y completa? ¿Encontrarán fácilmente lo que buscan? ¿El lenguaje empleado es comprensible para los que acceden a ella? Todos estos son puntos que cuentan. Este es un buen ejemplo de ello. 

3º) … pero no es el único escaparate: las personas importan

Para Lejeune, también es importante “tener a alguien fácilmente visible, situado en un lugar destacado, para responder a las preguntas o hacer recomendaciones. Algunas parroquias llegan a incluir puestos de recepción y bienvenida en el exterior, donde pueda verse. Esta es una manera fácil de hacer que los visitantes sepan dónde pueden acudir para obtener más información, hacer una pregunta…etc”.

Consejos para que los feligreses se sientan bienvenidos y repitan la visita a tu parroquia, por el orador y experto Chris Abbott (en inglés)

4º) Ten huecos reservados para "los nuevos"

“Pídale a sus feligreses que aparquen en sitios concretos para reservar los primeros espacios a los nuevos asistentes. Incluso puede reservar algunos huecos solo para ellos. Si es difícil encontrar hueco o el parking está lleno, incluso se pueden hacer equipos de ayudantes. Piense en un fin de semana lluvioso: algunos pueden darse la vuelta y marcharse para no volver”.

Es importante tratar de reservar huecos de aparcamiento para un número de nuevos visitantes que acudan a la parroquia. 

5º) No les obligues a trepar para poder sentarse

Los feligreses veteranos que no tienen hijos pequeños pueden ponerse en el medio del banco, guardando los sitios de los extremos de los bancos para los novatos que llegan tarde.

“Este es uno de los problemas culturales más comunes que pueden pasar desapercibidos para los que frecuentan la parroquia, tener que trepar por encima de otros para conseguir un asiento”.

6º) Ten colaboradores que ayuden a buscar sitios

Si el párroco tiene algunas misas que se llenan, debe asegurarse de que haya acomodadores atentos a ayudar a los nuevos que buscan asiento. No poder encontrar un asiento y / o tener que ir hasta el banco delantero no es una forma de hacer que alguien se sienta bienvenido.

Estos acomodadores, especifica Lejeune, no deben confundir su papel con el de los equipos de bienvenida y hospitalidad. Tienen una misión diferente. Los primeros sujetan las puertas y ayudan a encontrar sitios. Los otros hacen las otras cosas de esta lista. 

7º) Si hay guardería y baños, que estén listos para usar

Otro detalle importante es que la guardería “sea fácil de encontrar, esté bien marcada, limpia y sea segura. No significa que deba usarse, pero si hace falta, mejor que las familias tengan una buena experiencia”.

Asegúrese de que sus baños estén bien señalizados, limpios y sean fáciles de encontrar”, continúa.

Otro tema importante: “Deben revisarse con regularidad, ¡especialmente en un fin de semana ajetreado!”.

Para los nuevos visitantes de su parroquia que tengan hijos, una guardería bien señalizada les proporcionará acogida y seguridad. 

8º) No cometer el error de forzar presentaciones incómodas

Hacer que un extraño se presente a una parroquia es más intimidante que darle la bienvenida por parte de los fieles. “Soy extrovertido, pero odio cuando me piden que me presente como visitante. Imagina a alguien que no sea católico y / o muy tímido. ¿Por qué les estamos poniendo la responsabilidad de darse a conocer a nosotros, cuando deberíamos ser nosotros quienes los busquemos?”

9º) Mantén informados a los feligreses, pero no les agobies

Lejeune advierte de la necesidad de que los feligreses nuevos y los visitantes sepan dónde sentarse, como ubicarse y moverse por los espacios, dónde ir o dónde está el servicio. “Si no lo saben, aumentan los aspectos negativos de la visita”, advierte. Sin embargo, no hay que agobiar. “Tener cinco minutos de anuncios al final de la misa con anuncios e indicaciones puede ser un freno para que la experiencia de los más nuevos sea positiva”.

10º) Si alguien nuevo va a tu parroquia, que no esté solo… Y si puedes, invítale

“Encuentra personas hospitalarias y con carisma y capacítalas para hablar con los nuevos visitantes. Haz que los coloquen en lugares estratégicos. Encuentra personas con un carisma para la hospitalidad y capacítalas para hablar con ellos, y si lo consiguen, que salgan a tomar algo“. ¿De qué otra forma podría el visitante saber que lo valoramos?

11º) Reza por ellos

“Una última cosa”, añade Lejeune. “Rezad por los que visitan vuestra parroquia durante la Misa".