La diócesis de Astorga acaba de presentar a través de su obispo, Jesús Fernández, y de su vicario de Pastoral, José Manuel Carrasco, las líneas de actuación y su plan de evangelización y pastoral (aquí íntegro) en la diócesis que se aplicará desde este año y hasta 2028.

Bajo el lema "Se volvieron a Jerusalén. Hacer grande a la comunidad", la diócesis ha vertebrado un plan de 60 acciones que tienen como fin incrementar el número de miembros de la Iglesia, partiendo de la máxima de que "sentirse acompañado es sentirse con Dios".

Durante los dos primeros años se perseguirá el "Primer Anuncio", que pretende crear espacios de encuentro con no creyentes, servirse del patrimonio cultural para difundir el Evangelio y la formación de voluntarios para transmitir la palabra de Dios.

Un segundo pilar del plan, que se implementará en 2024, será el "Acompañamiento", buscando integrar parroquias, cofradías y asociaciones para la formación de equipos de acogida en las iglesias y centros de apoyo y escucha para ancianos y enfermos.

Entre 2025 y 2026 se pondrá en marcha el plan de "Formación", que tendrá como principal protagonista una escuela de evangelización, cursos para responder al contexto actual y un observatorio que plantee soluciones a las problemáticas propias del presente. Entre ellas, el "mundo líquido, de relaciones fugaces y frágiles que conducen a la soledad no deseada, el enfrentamiento" o la "falta de aceptación personal y que a veces desemboca en depresión y hasta el suicidio".

El año 2027 cerrará el plan de evangelización a través de la promoción de la "Presencia en la vida pública", buscando compilar las enseñanzas de los años previos y la participación de la comunidad católica en la vida pública, ya sea mediante la involucración en asuntos políticos y obras de caridad como en entretejer esta con la liturgia y el Evangelio.

el Vicario Episcopal de Pastoral, D. José Manuel Carrasco, destacó en la presentación del plan el 25 de octubre 12 acciones que se plantean en los cuatro itinerarios propuestos:

PRIMER ANUNCIO:

- Crear ámbitos de encuentro con no creyentes para ofrecer un diálogo abierto y fraterno.

- Incluir un momento de primer anuncio a partir del patrimonio artístico y cultural en conciertos religiosos, festivales de Navidad, exposición de belenes, via crucis, exposiciones…

- Formar a voluntarios en el acompañamiento al duelo y situaciones límite, incluyendo la dimensión espiritual y el primer anuncio.

ACOMPAÑAMIENTO:

- Crear equipos de acogida y acompañamiento en las unidades pastorales y las parroquias.

- Ampliar el horario de apertura de templos, cuidando la acogida en las celebraciones y subrayando su dimensión comunitaria.

- Crear centros de escucha y acompañamiento en el duelo y en situaciones límite.

PROCESOS FORMATIVOS:

- Impulsar el proyecto de la Escuela Diocesana de Evangelizadores.

- Incorporar formación que dé respuesta a las cuestiones sociales actuales principalmente a través de la revisión de vida (grupos fe-vida).

- Crear un Observatorio de la realidad social, que ofrezca un análisis sobre las situaciones de pobreza y exclusión social, sensibilizando y proponiendo soluciones.

PRESENCIA EN LA VIDA PÚBLICA:

- Crear un grupo para la reflexión y el diálogo de cristianos presentes en el mundo de la política.

- Poner en marcha una Semana social en la diócesis.

- Apoyar a nuestras obras caritativas y sociales y, en especial, Cáritas, Manos Unidas, Fundación CALS, Albergue y Comedor social San Genadio…

La diócesis, dirigida por el obispo Jesús Fernández desde 2020 y situada en pleno Camino de Santiago, cuenta con una población de 233.739 habitantes y 974 parroquias según el Nomenclátor de la Conferencia Episcopal.

Se encuentra, además, en un periodo de cierto crecimiento. Si en 2006, el porcentaje de católicos era del 99,2%, decreció hasta el 96,4% en 2018, con 44 sacerdotes menos ese último año en la diócesis. Desde entonces se dio sin embargo un leve incremento que, según datos de Catholic Hierarchy, elevó el porcentaje de católicos nuevamente al 96,7% en 2020.