José Manuel Montaner Isnardo, sacerdote de la diócesis de Valencia, ha publicado el libro Discapacidad y Magisterio, con el subtítulo "La Convención de la ONU sobre los derechos de las Personas con Discapacidad en diálogo con el magisterio de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco".

El libro se puede adquirir aquí a través de la Universidad Católica de Valencia.

"Pretendo dar a conocer lo que la Iglesia ha dicho referido a las personas con discapacidad y sus familias", explica el autor a ReligionEnLibertad.

Montaner, párroco de Nuestra Señora de Lourdes en la ciudad de Valencia, ha hablado de su libro también con la revista Vida Nueva. Por ejemplo, denuncia algunos fallos que se dan en Esspaña y otros países. "Si somos una sociedad tan inclusiva, ¿cómo es que hay muchas personas con silla de ruedas o con dificultades de movilidad que tienen serías dificultades para ir en ciertos medios de transporte (trenes, aviones, autobuses…). ¿Cómo es que hay muchas personas con problemas visuales y auditivos importantes y no se les ayuda?"

Adaptar los templos... y las catequesis

También en la Iglesia "queda camino por recorrer. En ocasiones será necesario adaptar nuestros templos a las distintas personas con discapacidad (diversidad funcional, en expresión de la Convención de la ONU). Es necesario, como dice también el ‘Directorio General para la Catequesis’ (DGC) que adaptemos la catequesis a las personas con discapacidad (con formatos, modos….). Es necesario que a este colectivo lo veamos y tratemos como agentes activos de la evangelización. Es necesario que en la parroquia no solo se cuente con ellos, sino que ellos vivan y nos ayuden a vivir la fe".

El sacerdote recuerda que "‘Christifideles Laici’, 54 recuerda que las personas con discapacidad son agentes activos de pastoral; ‘Verbum Domini’, 71 exhorta a buscar soluciones para que las personas con discapacidad visual o auditiva tengan “acceso a la Palabra de Dios”; y en ‘Sacramentum Caritatis’, 58 el papa Benedicto XVI invita a darles la “comunión en la fe de la familia y de la comunidad que los acompaña”.

El interés por el tema le llegó atendiendo a un matrimonio que vino a su despacho parroquial una tarde hace 4 años. "Me preguntaron directamente qué dice la Iglesia sobre la discapacidad. Yo les dije una serie de cosas y el padre me contestó (es como si los tuviera aquí delante): “Eso son tópicos”. Le pedí tiempo: “Lo veo, lo estudio y lo comparto con vosotros”. Así surgió. Durante este tiempo, las cosas que he ido descubriendo las he ido compartiendo con ellos".

El sufrimiento puede dar derechos especiales

El sacerdote recuerda que San Juan Pablo II decía: “El grado de salud física o mental no añade ni quita nada a la dignidad de la persona; más aún, el sufrimiento puede darles derechos especiales en nuestra relación con él”.

"Alabo la enorme labor que realizan distintos movimientos (comunidades Fe y Luz, El Arca…), organizaciones y realidades eclesiales y sus familias, pero creo que a nivel general nos queda mucho camino por recorrer", constata el autor.

Y se atreve a resumir en 4 ideas la enseñanza de la Iglesia sobre la discapacidad:

1- Los discapacitados tienen un lugar muy importante en la Iglesia;
2- Son el mismo rostro de Dios, e imagen y semejanza de Él;
3- Tienen una misión fundamental y activa en la Nueva Evangelización;
4- Es necesaria la atención integral a las familias, también en la dimensión de la fe.