En sólo un año que lleva haciéndolas, las artísticas imágenes de santos a las que Cassie Pease añade una cita se han convertido en un éxito en la Red, sobre todo en Facebook, que es donde nació la idea.

Cassie es una joven de 22 años natural de Dakota del Sur (Estados Unidos), criada en una familia con nueve hijos educados en homeschooling por sus padres, a quienes considera "grandes ejemplos de fe" mientras ellos han ido creciendo.

Tiene una hermana gemela que es religiosa de la Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad y también pinta, y otra que es religiosa capuchina de las Hermanas de Nazaret, y gran virtuosa del piano.  Otra tiene un negocio de ropa que diseña ella misma. Y es que los Pease, aunque no pudieron transmitir a sus hijos un talento artístico del que, explica Ceasse, carecen, sin embargo educándoles en casa sí fomentaron los talentos que iban descubriendo en cada uno de ellos.



Según recoge Catholic News Agency, la primera creación de la joven fue sobre Juan Pablo II, y se limitó a ponerla en Facebook para compartirla con sus amigos: "Pero una semana después tenía 300 share; yo estaba atónita". Siendo niña ella había empezado a dibujar personajes del cine y la televisión, y luego, tras acudir a una academia de diseño gráfico, su arte comenzó a reflejar su creciente fe.



"Me empecé a enamorar de Jesús y de la Iglesia católica, y colaboré en diferentes proyectos para el Centro Newman diocesano para jóvenes, y me encantaba. Quería usar mis talentos para dibujar para la Iglesia", explica, y aunque trabajaba en una viña, al volver a casa se dedicaba a hacer composiciones por ordenador y a comprobar su éxito en Facebook.



Fue el inicio de su negocio, porque la gente empezó a pedírselos impresos o para fondos de pantalla. Y aunque cubre motivos de todo tipo, los que más la motivan son los santos. Sus favoritos son San Juan Pablo II, San Josemaría Escrivá de Balaguer y el Beato Pier Giorgio Frassati.



A todos los dibujos de santos que hace les añade una cita: "Todos en algún momento tenemos citas que queremos recordar y a las que nos gusta volver". Y además le sirven para compartir su fe: "Una vez me escribió una madre diciéndome que su hija, a la que no veía muy interesada en su fe, había encontrado mis dibujos, se los había enseñado y estaba realmente interesada en ellos".



"Y eso es un regalo", añade Ceasse, "porque me da la oportunidad de hablar de los santos y de la Iglesia católica". Es lo que más satisfecha la deja: "Porque, al final del día, lo único que quiero es haber compartido ese mensaje de los santos, para que por medio de ellos Jesucristo toque la vida de las personas".