Reto: dar las gracias con vídeos de un minuto. En una sociedad quizá demasiado instalada en la queja y el refunfuñar (y eso ya era así antes del coronavirus), animar a dar gracias es empezar un cambio cultural.
Las instrucciones de San Pablo a los primeros cristianos eran exigentes: "Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para con vosotros” (1 Tesalonicenses 5:18).
De hecho, incluso en el diario El País, poco amigo de las enseñanzas cristianas, admitían en un artículo hace unos años que Ser agradecidos nos hace más felices.
Ahora, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha lanzado este miércoles una campaña para invitar a los cristianos a agradecer a la Iglesia su labor asistencial y su acompañamiento espiritual durante esta crisis sanitaria.
Para ello ha puesto en marcha la página web Gracias En Un Minuto a través de la cual cada ciudadano podrá hacer llegar un vídeo de un minuto grabado con su propio móvil para agradecer alguna de las muchas iniciativas que está llevando la parroquia de su barrio, la diócesis o alguna congregación religiosa en favor de las enfermos o de las personas más vulnerables.
A través de esta web estarán a disposición noticias y reportajes para dar a conocer la labor, "tantas veces oculta" de las entidades católicas. En una fase posterior y cuando la situación lo permita, la Asociación Católica de Propagandistas se compromete a continuar la campaña por medios "off-line".
"Hay tantas razones para agradecer a la Iglesia que queremos empezar por una de las más actuales: la respuesta que está dando ante la crisis del Covid-19. Pero no nos olvidamos de tantas otras situaciones: las misiones, la persecución de cristianos en Oriente, las religiosas que viven en oración apartadas del mundo", señala la ACdP en un breve comunicado.
En este vídeo, Guada, enfermera, da gracias a otra compañera enfermera que la orientó para afrontar la crisis del coronavirus con una actitud luminosa
Juan da las gracias a las Hermanas del Cottolengo, en especial a una que transmite alegría