El Encuentro de Nueva Evangelización 2013 en Valladolid, del 4 al 7 de julio, contó con un potente análisis sobre las debilidades de la Iglesia en Occidente y en España, primero por parte de Josué Fonseca, uno de los organizadores, y después por otros analistas allí presentes.

Josué Fonseca es un oteador privilegiado por varias causas: como profesor, ve las generaciones de jóvenes en el instituto y la universidad, año tras año, más ajenas a la fe. También lo vive como padre de familia. Como fundador de la Comunidad Fe y Vida, ve lo que sucede cuando una comunidad crece en número, en la fe, en conversiones, cuando se fundan nuevas familias cristianas en red... Y, sobre todo, tiene amplitud de visión histórica porque es profesor de Historia de la Iglesia, historiador especializado en Historia de las Mentalidades, tiene visión sociológica de las cosas y ha viajado mucho, en persona y por Internet, conociendo nuevas comunidades y propuestas en distintos países, católicas o protestantes.


"Estamos viviendo un cambio de paradigma mental, algo que ha sucedido pocas veces en la historia: de una mentalidad basada en la razón y las ideas -así, el siglo XX fue llamado el siglo de las grades ideas- hemos pasado a una cultura postmoderna basada en las imágenes y los sentimientos; puede gustar o no, pero esto es así".

El problema es que la estructura pastoral en la Iglesia Católica se ha quedado anclada en el modelo de diciembre de 1565, fecha de finalizacióndel Concilio de Trento: "un modelo basado en parroquias, cada una con un cura o más, y con una pastoral basada en los sacramentos". En el nuevo paradigma esta estructura es insostenible: "en mi diócesis de Santander, en 1964 teníamos 500 seminarista; hoy tenemos 6", pone a modo de ejemplo.


Josué propone otro modelo: crear comunidades (gente que se conoce por su nombre y se apoya en el día a día), con discipulado (entrenamiento cercano para seguir a Cristo; el discípulo convive con el maestro y aprende viviendo junto a Él, más que estudiando sus textos) y eclesialidad muy fuerte, dando mucha importancia al obispo.

Josué puede hablar de su experiencia en la comunidad Fe y Vida. Él era profesor de instituto y se le notaba que era cristiano. Los jóvenes se le acercaban con sus problemas, crisis e inquietudes. Él les escuchaba, los mantenía cerca, los juntaba para rezar. Algunos incluso eran acogidos en su casa, en su familia, en situaciones más duras. Aprendían a quererse unos a otros y a relacionarse con Dios.

"Y cuando ya éramos 50 fui al obispo y le dije: ´señor obispo, mire lo que está sucediendo´. Y él dijo que siguiéramos así, y ya veríamos más adelante. El obispos nos acompañó y orientó".

Josué cree que en esta nueva época se parecerá mucho más a la organización cristiana de los siglos II y III que a la del siglo XVI al XX: "más centrada en casas, en comunidades, y con obispos supervisores, y menos en parroquias y párrocos".

La importancia del obispo, insiste, es esencial, "para que los movimientos no creen guetos y pierdan el sentido eclesial. Trabajamos para la Iglesia y Cristo, no para el movimiento. No entiendo esos movimientos que les pides, por ejemplo, materiales para cursos matrimoniales, y te dicen que no, que son solo para los de su grupo".


Ante la crisis de fe, Josué Fonseca pide "cambiar todo lo que haga falta, menos el Magisterio y el Depósito de la Fe". De hecho, critica que se hace exactamente lo contrario: se mantienen, por ejemplo, cursos de Confirmación donde ningún joven encuentra la fe y de hecho muchos la pierden, así como la moral católica, porque los catequistas de Confirmación no les hablan, por ejemplo, de la propuesta católica sobre la sexualidad... "catequistas que cohabitan con sus novias, ya sabéis; mantienen la estructura caduca y ni siquiera dan la doctrina buena".

No hay que tocar ni un dogma, ni un punto de la doctrina. Pero hay que saber comunicarlo al mundo de hoy. "¿Por qué la Iglesia es tan mala comunicadora? ¿Por qué es peor comunicadora que cualquier otra institución? Es verdad que es muy grande y muy antigua, ninguna otra entidad se le parece, su inercia la hace pesada, pero... ¿por qué los jóvenes de los carteles de publicidad diocesana parecen todos de las juventudes del PP? Desde luego, no conectan con mis alumnos universitarios. La imagen es muy, muy importante".

En la misma línea que la imagen, entra la música: los jóvenes, el sector social menos católico, escuchan mucha música, y por eso la música ha de ser un gran vehículo por el que entre la Palabra de Dios, el Evangelio y la práctica de la oración.




Josué citó con cierto ánimo iconoclasta al Che Guevara, que explicaba cual era su sueño revolucionario: "él quería hacer surgir un, dos, tres Vietnam en América Latina. Pues yo lo que quiero es que surjan un, dos, tres, o mil comunidades en España, con personas convertidas, que pongan a Cristo en el centro de su vida".

Serán siempre comunidades bastante diversas, no seguirán todas un mismo patrón, no estarán "clonadas", pero tendrán siempre oración, gente que se conoce y se apoya para crecer en el amor a Dios.

(Una parroquia no es comunidad: de 10.000 personas en la parroquia, quizá mil van a misa, el cura conoce sólo a 150, y ellos entre sí no se conocen ni el nombre).


Josué Fonseca da un consejo a los sacerdotes, siempre escasos y saturados de trabajo "urgente" que no les deja hacer "lo importante": "¡sacerdotes, buscad un grupo de personas con fe, formadlas, construid un grupo de discípulos, hasta que sean comunidad!; ellos seguirán trabajando cuando tú te vayas; orad con ellos, y cuando estén más maduros, evangelizad".

Y a los padres de familia les comenta: "mi hijo de 16 años me dijo que tendrá que dejar a sus amigos el año que viene, cuando la diversión del grupo ya sea sólo alcohol, zona de vinos, etc... Él tendrá que encontrar, como pueda, un grupo de amigos cristianos, que crean en otra forma de vivir. ¿Estamos creando espacios para que nuestros hijos puedan ser cristianos, con amigos cristianos?


Además, Josué lamentó que mientras que hay obispos que dejan a malos catequistas (y curas) predicar errores, hay otros obispos que son creativos y quieren hacer cosas nuevas y buenas pero no las hacen por miedo al "qué dirán", en una especie de mediocridad para no destacar en el grupo.

Los grandes temas planteados por Josué volvieron a retomarse en la tertulia final del ENE 2013, en la que ejerció de moderador el periodista Jesús Colina (Aleteia), y participaron Josué, Tote Barrera (Cursos Alpha), Alfonso Cherene (pastor evangélico, del movimiento ecuménico juvenil Jucum) y Yuan Fuei Liao, predicador y evangelizador de la comunidad católica Siervos de Cristo Vivo.


Alfonso Cherene, que conoce la experiencia del movimiento internacional Jucum, con grupos de jóvenes y formadores en muchos países y de distintas denominaciones, habló de la evangelización como un "trabajo que es una red de sembradores y cosechadores, y encuentros como el ENE fortalecen los nudos de esa red, porque nos enriquecemos unos a otros; hay que mirar alrededor y entender que el Reino de Dios va más allá de mi movimiento particular".

Tote Barrera, de los escasos laicos que en España se dedican a tiempo completo (y remunerado) a la Evangelización, admite que "uno querría ver más frutos, pero si hay frustración, que sea una frustración santa, que no tenga desánimo ni abandono, porque en realidad el peso lo lleva el Señor; hemos de entender que la Iglesia la lleva el Señor, que se nos ha prometido que al final la Iglesia vencerá; en cuanto a la crisis en la Iglesia, pienso que puede servir para que se nos vayan muchas tonterías..."


Yuan Fuei Liao, un chino criado en República Dominicana y con muchos viajes internacionales a sus espaldas, destaca el papel de los laicos para evangelizar, "algo que la Iglesia en América Latina entiende mejor que en Europa, quizá porque allí siempre hubo más escasez de clero. Allí los laicos predican, sirven en cargos, se dedican a la evangelización, etc..."

"Para mí", añade Yuan, "las letras E-N-E significan ´Espíritu´, ´Novedad´ y ´Evangelización´." De hecho, Yuan impartió en el Encuentro de Nueva Evangelización un taller sobre "creatividad" y "nuevas expresiones para romper esquemas en la evangelización", remitiéndose a la petición de Juan Pablo II: "nuevo ardor, nuevos métodos, nuevo lenguaje".

Respecto al "nuevo ardor", Yuan lo tiene muy claro: "hay que evangelizar a los bautizados, a los feligreses; hay que anunciar el kerigma a un parroquiano igual que a un pagano que nunca oyó de Jesús; y después, cuando tengan ese ardor, ya se puede ir a evangelizar a los alejados".




Yuan también señala que a los sacerdotes en los seminarios no les dan ningún entrenamiento pastoral para el mundo real que van a encontrar, ni para crear o apoyar comunidades, ni para formar evangelizadores... "Si no está en el curriculum, al menos que hagan cursos paralelos de fin de semana. Deberían venir ya con una mentalidad renovada y renovadora desde el seminario", propone.

Tote Barrera señaló que "un problema de la Iglesia es la crisis de confianza: ¿cuántos fieles confían en su párroco y cuántos párrocos se fían de sus fieles? A veces, todos se consideran ortodoxos pero no se fían unos de otros. Yo creo que incluso cuando el entendimiento no es pleno, es posible hacer cosas juntos si hay confianza".


El pastor Alfonso Cherene apuntó una herramienta muy poderosa que se debe cuidar y fomentar: la unidad. "El poder de la unidad de los cristianos da una autoridad extraordinaria. ´Creerán si ven que sois uno´, dice el Evangelio de Juan. La unidad ya evangeliza, mientras que la división es una trampa diabólica. En el caso de la división entre católicos y evangélicos, es bueno hacer cosas juntos, centrados en lo que nos une, y no en lo que nos divide".

Con casi 200 participantes en el ENE 2013 y 4 días de intensos debates, uno de los puntos que se perfilan para la próxima edición parece ser el de cómo formar a los seminaristas y a los sacerdotes para la Nueva Evangelización práctica, concreta.

Un sacerdote de Cádiz tomó el micrófono con una petición: "los curas estamos a veces bloqueados, y necesitamos a laicos con fervor para desbloquearnos; ¡insistid a los curas, animadnos a que nos lancemos a la Nueva Evangelización".


(Lea más sobre el ENE 2013 -desde el punto de vista de un párroco- en el blog del padre Juan Luis Rascón .)