La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha colocado carteles en marquesinas y espacios de 60 ciudades españolas que de lejos parecen ser un anuncio de película de terror o de Halloween, pero que al observarlos con más atención ¡hablan de santos!

Un código QR invita a ver un vídeo en el que se anima a conocer e imitar a los santos, y "dar calabazas a Halloween".

En varias ciudades, los viandantes se encuentran mensajes sobre sus santos patronos o santos populares.

En el metro de Madrid, se ve una guadaña negra... pero en la vida real la guadaña no es un instrumento de tortura ni de violencia, sino una herramienta para ganarse la vida honradamente en la siega.

¿Y si todos fuésemos como San Isidro?, plantea este cartel de la ACdP en el metro de Madrid.

Bajo esa imagen, este mensaje: "¿Y si todos fuéramos como San Isidro? El patrón de Madrid vivió una vida sencilla y entregada. Padre de familia y jornalero, es un ejemplo de santidad doméstica y de entrega del propio trabajo a Dios y a los demás. Tanto su mujer, María de la Cabeza, como su hijo, Ilán, son también santos".

En Barcelona, los carteles muestran a una muchacha con hombros desnudos gritando cabeza abajo.

"¿Y si todos fuésemos como Santa Eulalia? ' Soy sierva de Cristo, Rey de reyes y Señor de señores'" Las crónicas (y el poeta Prudencio en el siglo IV) dicen que santa Eulalia fue una adolescente torturada por negarse a hacer ofrendas a los dioses. Los verdugos desgarraron su carne con garfios y la desnudaron, pero la leyenda (que recoge el arte a menudo) dice que su cabello largo "cubría la pudibunda castidad y la gracia virginal de la mártir" (frase de Prudencio) y que la nieve cubrió luego su cuerpo destrozado.

Cartel de la ACdP en Barcelona promoviendo la figura de Santa Eulalia, con alusiones al cine de terror.

De Santa Ángela de la Cruz, con carteles en Sevilla, se destaca: "Hija de familia humilde, nació y murió en Sevilla, donde fundó el Instituto de las Hermanas de la Cruz. Rápidamente se distinguió por su servicio a Dios a través de los más necesitados, haciéndose pobre con los más pobres, a los que, con toda seriedad, llamaba 'mis señores'".

En Valencia, los carteles imitan un anuncio de película de terror con el lema "¿Y si todos fuéramos como San Vicente Mártir?" Y un antetítulo: "Creían que la tortura le haría abandonar su fe. Se equivocaron".

En el texto se dan bastantes datos sobre su martirio, la causa y el responsable. "Famoso por su gran elocuencia, el patrón de Valencia fue apresado durante la persecución del emperador Diocleciano. Torturado con garfios y hierro candente, no renunció a su fe. Vicente no se conformó con nada menos que la verdad y la fidelidad, aunque ello le costó perder la vida".

Cartel de la ACdP sobre San Vicente Mártir en Valencia que imita un anuncio de película de miedo, en el marco del cercano Halloween.

Y en Bilbao, con el fondo de unos árboles, una silueta y un rayo en el cielo violeta, el texto que se lee en los anuncios, mencionando al santo patrón de la ciudad, dice:

"¿Y si todos fuéramos como Santiago Apóstol? El patrón de Bilbao caminó junto a Jesús como uno de los doce apóstoles y, tras ser testigo de su resurrección, salió al mundo a proclamar la Buena Noticia. Un huracán de justicia y ardor que, según la tradición, fue el primero en evangelizar España".

Cartel de la ACdP en Bilbao sobre Santiago Apóstol; juega con el apodo que Jesús le puso de "hijo del trueno" y el rayo como recurso de películas de terror.

Y un cartel genérico que se usa en otras ciudades dice: “¿Y si todos fuéramos como san…?”, reza el cartel, invitando a los vecinos a completarlo.

En el vídeo que se recomienda, se dice, con cierto humor, que si la gente imitara a los santos "los telediarios darían menos miedo".

Y añade el narrador: "Los santos y santas de todos los tiempos nos muestran una forma más humana de vivir, mirando siempre a Dios y al prójimo”.

La ACdP nació en 1909 para fomentar la presencia católica en el espacio público y desde hace unos años lo ejerce con campañas de publicidad en defensa de la maternidad y la familia, recordando a los mártires del s.XX, denunciando la crueldad de la eutanasia o el derecho a rezar y protestar contra el aborto.