La gente en Occidente sabe -a veces, si se para a pensar- que necesita ser sanada, reparada, transformada, sabe que arrastra heridas y a veces incluso recuerda que va a morir y se va a separar de lo que ama... pero esta generación busca solución a todo eso en cualquier cosa, menos en Dios. Durante mucho tiempo se distrae engañada en el "voluntarismo mágico". El sacerdote de Barcelona Xavier Morlans anima a buscar "rendijas o fisuras en el yo impermeable a Dios en nuestra sociedad occidental".

Rendijas en el yo impermeable a Dios. La propuesta cristiana en un mundo secular” es el título de la lección inaugural del curso 2018-2019 del Ateneo Universitario Sant Pacià, que impartió el doctor Xavier Morlans, profesor de la Facultad de Teología de Cataluña, el pasado 26 de septiembre. Morlans dio unas orientaciones pastorales para proponer, en un contexto de diálogo, la novedad de nuestra religión cristiana. Se lo comentó a Òscar Bardají y Martín para el Full Dominical del 28 de octubre.

- ¿Cuál es la característica más significativa de la secularización hoy?

- El voluntarismo mágico: la creencia que está en poder de cada individuo, en cada momento, la posibilidad de ser lo que quiera, sin que nada ni nadie lo ligue o lo condicione. Se trata, pues, de la ideología dominante y la religión no oficial de la sociedad capitalista contemporánea. Esta está impulsada por los expertos de los reality-shows, por los gurus corporativos y también por muchos políticos.

- ¿Qué tiene que decir la fe cristiana sobre las rendijas del yo impermeable a Dios?

- El Dios cristiano es un Misterio de Engendrador (Padre), Engendrado (Hijo) y de Engendramiento (Espíritu Santo). Engendrar y ser engendrado nos pone en sintonía con Dios. Así, el amor de ágape, hecho posible por el Espíritu Santo, es la respuesta sobreabundante al deseo de comunión. Jesucristo, Dios encarnado, hace posible que podamos confiar a pesar de nuestra vulnerabilidad; la Iglesia (Asamblea) es el colectivo vivo que nos da un sentido más fondo y prolongado de pertenencia.

- ¿Cómo acercar la propuesta cristiana a las rendijas del yo desvinculado?

- Siempre en clave de diálogo. Primeramente, hace falta invitarlo a reconocer las rendijas que tiene; después, que se abra a la idea que puede haber una fuente de filiación y de fraternidad más allá de las terapias y técnicas humanas, y, finalmente, proponerle el encuentro personal con Jesucristo –invocándolo- como restaurador radical de sus rendijas.