El próximo 6 de noviembre, el Papa Benedicto XVI estará durante ocho horas Santiago de Compostela, donde presidirá una misa ante 10.000 fieles en la Plaza del Obradoiro, y como tantos peregrinos, también pasará por la Puerta Santa, abrazará la imagen del Apóstol, orará ante su tumba y disfrutará del Botafumeiro en acción.  
 
Así lo ha dado a conocer el Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Julián Barrio, quien detalló algunos aspectos del viaje del Santo Padre a la tumba del Apóstol Santiago.
 
Llegará a media mañana al aeropuerto de Lavacolla, donde lo recibirán autoridades eclesiásticas y civiles así como representantes de la Casa Real. Desde el aeródromo, se desplazará en el «papamóvil» hasta la ciudad y entrará en la Catedral por la puerta de la Azabachería. Una vez en el interior, el Papa, como otro «peregrino de fe» más, rezará en la Capilla de la Comunión, contemplará el legendario Pórtico de la Gloria, se deleitará con el botafumeiro (esparcidor de humo), abrazará al Apóstol Santiago y orará ante su sepulcro. Después, se asomará a las plazas para saludar a los fieles allí reunidos.
 
En el interior del templo, se celebrará un acto religioso con 700 niños, ancianos y enfermos en la Basílica. Por la tarde, comerá y descansará en el Palacio Episcopal. Luego será la celebración eucarística, con la Real Filharmonía. El altar estará instalado en una esquina entre el Palacio de Raxoi y el Colegio de San Xerome. Ocho pantallas gigantes cubrirán la retransmisión en directo.
 
Monseñor Barrio, consideró esta visita un hecho excepcional: «Por primera vez en la historia de la Iglesia un Papa quiere visitar Santiago por sí mismo en Año Santo» y recordó que la visita de Juan Pablo II en 1982 fue distinta porque se enmarcaba dentro de un viaje pastoral por España.