La Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña ha abierto un expediente informativo a la Policlínica Tibidabo de Barcelona por aplicar terapias para curar la homosexualidad a través de pastillas y tratamiento psiquiátrico, según confirmó la titular del departamento, Marina Geli.
 
«No existe evidencia científica que sostenga que la homosexualidad deba ser tratada como una enfermedad, al margen de ideologías personales» dijo la consejera según informa Ep.
 
«La homosexualidad no es ninguna enfermedad, y la orientación sexual diversa es un derecho de libertad legislado en nuestro país», insistió la consejera, que reiteró que «no tiene ninguna justificación tratarla como así lo fuera». «Por tanto, actuaremos en consecuencia tras este expediente», señaló.
 
En un mes, la Consejería confía en recabar suficiente información como para valorar si impondrá una sanción económica al citado centro, que ofrece terapias reparativas para cambiar la orientación sexual, informaron fuentes del departamento. «Evidentemente que le sancionaremos, si se confirma» la información.
 
Geli concretó que ha sido la Dirección General de Recursos la encargada de iniciar esta acción, en el marco de la cual ha solicitado un dictamen a la Sociedad Catalana de Psiquiatría, a través del Plan director de salud mental, cuyo presidente del consejo asesor es el catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d´Hebron, Miquel Casas.
 
El mismo Casas se pondrá en contacto con el psiquiatra Joaquín Muñoz de la Policlínica por sus declaraciones en defensa de las citadas terapias correctivas. En esta línea, la consejera señaló la necesidad de abrir un debate entre los profesionales.
 
La homosexualidad dejó de ser considerada un trastorno en 1973 por la Asociación Norteamericana de Psiquiatría, pero la Organización Mundial de la Salud la mantuvo en su catálogo de enfermedades hasta 1990.