La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) expresó su rechazo a la medida anunciada por la Ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, de introducir «agentes de salud» en los colegios para formar sobre sexualidad a los alumnos, como parte de la llamada «Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva».
 
La confederación, que representa a más de tres millones de familias, lamentó «la intromisión reiterada que el Gobierno está realizando en la educación de nuestros hijos, con la única intención de adoctrinar a los menores a su conveniencia e ignorando la opinión de la principal voz educadora: la de los padres».
 
A través de un comunicado, la CONCAPA denunció la falta de ideas del Gobierno, que «tan sólo sabe aportar adoctrinamiento ideológico, lo que todavía acentuará más los problemas de la educación española».
 
Asimismo denunció que la ministra, «una vez más, se inmiscuye en un terreno que no le incumbe queriendo dar su particular visión de la sexualidad, y eliminando también del terreno de juego a los propios profesores»
 
La confederación expresó también su disconformidad con «el poder que se les pretende otorgar a los médicos, de manera que sean los responsables de decidir si las menores pueden abortar sin informar a sus padres, en el caso de que éstas aleguen violencia familiar. Una vez más, la figura de los padres queda ninguneada y marginada».
 
«Hemos de recordar a la Ministra que el aborto es un hecho traumático y negativo para la mujer y, en consecuencia para toda la sociedad. No es la muestra de un logro social, sino del fracaso de una sociedad y de un Gobierno incapaz de apoyar y ayudar a la mujer y a la familia», concluye el comunicado.