Los hinchas del Inter de Milán lo consideran un dios...o algo así. Parece ser que el Real Madrid también. Sin embargo, el gran protagonista y triunfador de la última edición de la Champions League parece que no lo ve de la misma manera.
 
Según lo cuenta el diario deportivo «As», «Mou» «es una persona con profundas creencias religiosas» y que una muestra de esa devoción fue la visita privada que, acompañado por varios directivos del Inter, realizó el 3 de mayo al Vaticano.

El portugués, prosigue el diario, «rezó durante unos minutos en la Capilla Sixtina. Y tras la oración, compró 30 crucifijos, con precios y formas diferentes. Los escogió uno a uno. Y los repartió entre sus jugadores y empleados del club».
 
Una semana antes había apeado al Barça de la Champions. Tras eliminar a los hombres de Guardiola, Mourinho se dirigió a la capilla que tiene el Camp Nou en sus instalaciones para dar gracias a Dios. Rezó durante un par de minutos y después se fue a celebrar el pase a la final con sus jugadores.

Hasta ese momento, el Inter no había ganado nada. Sin embargo, unas semanas después pasó a convertirse en el mejor equipo del mundo en 2010.