La Iglesia católica en Bélgica está decidida a eliminar de raíz nuevos escándalos de abusos sexuales. Los obispos piden que «cuanto antes» se adopten «medidas de comportamiento ejemplares» en el tratamiento de jóvenes y adolescentes.

Para frenar futuros nuevos abusos, la jerarquía de la Iglesia católica belga acaba de aprobar la introducción de un estricto «Código de comportamiento con niños, adolescentes y otros grupos sensibles», que deberá ser seguido por los sacerdotes, por ejemplo, en el caso de colegios religiosos o internados.

En ese sentido, en una carta pastoral enviada ayer a los obispos y administradores diocesanos de Bélgica, se pide que «cuanto antes» se adopten «medidas de comportamiento ejemplares» en el tratamiento de jóvenes y adolescentes por parte de miembros de la Iglesia, informa DPA.

En esta misiva se habla de las cosas que funcionan bien en el seno de la Iglesia católica belga, pero también «de los problemas que la aquejan» y sobre lo que «es necesario hacer para corregir determinados comportamientos».

Con la aplicación «inmediata» de este nuevo «código de conducta», se pretende «recuperar la confianza de los fieles belgas», según reza el texto.

Pero además del novedoso «código de comportamiento» para obispos, sacerdotes y todo aquel que represente a la Iglesia católica belga en el ejercicio diario de su tarea, por ejemplo profesores de religión, la jerarquía eclesiástica promete aplicar «criterios mucho más duros» a la hora de seleccionar a los futuros sacerdotes y ministros de la Iglesia.