El director general de los Legionarios de Cristo, Álvaro Corcuera ha asegurado con rotundidad en una entevista concedida al diario «El Sol de México» que aunque «es muy comprensible» que haya gente que no crea que él no estaba al tanto de las segundas y hasta terceras vidas de Marcial Maciel, «puedo asegurar que no tenía la menor idea y que estaba totalmente al margen del conocimiento de estos hechos».

Durante la entrevista, el padre Corcuera ha reiterado las peticiones de perdón a los afectados expresadas en varias ocasiones en los últimos meses, ha lamentado el sufrimiento vivido en el seno de la congregación religiosa y de su rama laica, el Regnum Christi, aunqeu subraya que «no pienso en lo que hemos sufrido nosotros, sino en lo que han sufrido los demás».


El final de este mes se configura como un momento clave en el largo proceso seguido en la congregación de los Legionarios de Cristo desde que fuera retirado para llevar una vida de penitencia y oración su fundador, Marcial Maciel.

En este tiempo, Benedicto XVI designó a un grupo de obispos realizar una Visita Apostólica que se alargó desde el mes de julio de 2009 hasta el mes de marzo pasado, cuando los encargados de realizar la inspección determinada por Benedicto XVI entregaron sus informes regionales al Pontífice.

La cita mañana viernes y el sábado es en el Vaticano, entre el secretario de Estado vaticano, cardenal Tarsicio Bertone y los vistadores designados por la Santa Sede. Pese a la trascendencia de la reunión, o precisamente por ello, desde el Vaticano se ha asegurado que no está previsto que trascienda su contenido, ni por supuesto las conclusiones sobre el futuro de la congregación a las que se llegue.

El padre Corcuera ha reiterado la disposición del mando general de la congregación y de todos sus miembros a acoger «todo lo que venga de la Santa Sede con total obediencia».

En las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad del nombramiento de un delegado o comisario pontificio, acaso un cardenal, que dirija a los Legionarios de Cristo, aunque en algunos foros tampoco se descarta la disolución o, al menos, la refundación de la congregación.

Benedicto XVI, a la espera de estudiar los informes de los visitadores, es quien tiene la última palabra.