Si no lo dice, revienta. Y lo hace con la soltura a que tiene acostumbrados a sus lectores. a quienes ha invitado a desayunarse esta mañana con estas palabras de su artículo en el diario El País: «Al Papa le tengo ganas».

Los motivos que llevan a la escritora Maruja Torres a realizar semejante afirmación hay que encontrarlos en «su declaración en torno a los últimos escándalos del clero católico», que reduce a la alusión a la frase evangélica «el que esté libre de pecado que tire la primera piedra».

En la tesis que sostiene Torres en su artículo, que presupone falsamente que esta ha sido la única declaración del Santo Padre sobre este asunto (habría que preguntarse dónde se ha informado), el Papa se convierte en alguien «más malo que un dolor» de quien insinúa que tiene «la conciencia aparcada en un spa en Baden Baden».

Además, la columinsta se permite reclamar al Santo Padre que hubiera recordado las durísimas palabras de Jesús: «Ay de quien escandalizare a estos pequeños: más le valdría atarle al cuello una rueda de molino». Lo que no sabe Torres, es que el Papa también ha recordado esta frase a tenor de los casos de abusos. fue el pasado 9 de febrero en un discurso a los participantes en la reunión plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, pocos días antes de la reuníón que mantuvo con los obispos irlandeses en el Vaticano.