El Presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán (CEP), monseñor Lawrence Saldanha, condenó los recientes ataques anticristianos y pidió al Gobierno «hechos» y no palabras «para defender a los cristianos en el país».
 
Según la agencia Fides, el también Arzobispo de Lahore se refirió de esta manera a los últimos casos de cristianos quemados vivos por negarse a convertirse al Islam. A nombre de la Iglesia en el país, el Prelado pidió al Gobierno justicia y evitar que estos actos queden impunes. «Exigimos que los derechos de los cristianos se respeten, como para todos los demás ciudadanos», expresó.
 
El Presidente de la CEP señaló que todos los sectores políticos y sociales, así como la comunidad internacional, «están llamados a hacer más para crear conciencia» y exigir la protección de las minorías religiosas «en su dignidad y en los derechos humanos fundamentales».
 
En ese sentido, pidió al Gobierno instalar pronto la anunciada «línea directa» con la oficina del Presidente Ali Zardari, para informar sobre la violencia anticristiana; porque sería un paso importante ya que «a menudo es difícil para nosotros los cristianos tener contacto con las autoridades».
 
Por su parte, el director del «Christian Study Center» en Rawalpindi, centro ecuménico para la promoción y protección de las minorías en Pakistán, Francis Mehboob Sada, manifestó a Fides que los «sufren un régimen de apartheid y el estigma de la persecución»; además calificó de terrible y vergonzosa la actitud de la Policía, por lo que pidieron a las autoridades una intervención urgente, recoge Aci.
 
Sada expresó su deseo de que la línea telefónica directa prometida por el Presidente «no se convierta en un mero anuncio político sino que debe convertirse en una realidad cuanto antes».
 
Finalmente, monseñor Saldanha pidió «mayor seguridad en vista de las celebraciones de Semana Santa: La comunidad cristiana quiere celebrar la Pascua en paz. El Viernes Santo de los cristianos en Pakistán se vivirá con una particular intensidad y oración, ya que el sufrimiento del presente nos identifica con Cristo crucificado».