El próximo lunes 24 de octubre de 2016 empieza el Congreso de la Asociación Internacional de Exorcistas, con casi 300 asistentes de todo el mundo, para “hacer comunidad, compartir experiencias e información que beneficia el ministerio”, según informa en el digital católico chileno Portaluz el padre Luis Escobar, exorcista oficial de la diócesis de Rancagua (Chile), uno de los asistentes a este encuentro de seis días.
 
Este año 2016, gracias al Jubileo de la Misericordia, el demonio “está siendo barrido de muchas almas”, asegura el padre Escobar. La receta para esto es conocida, señala el exorcista: “Vivir a diario la fe orando, acudiendo regularmente a confesarse, a la eucaristía y practicando obras de misericordia, por amor a Dios”.

La importancia del Congreso de la Asociación Internacional de Exorcistas la enmarca un análisis del psiquiatra italiano Valter Cascioli al diario italiano La Stampa, cuando declaró que en nuestros días a medida que las personas se alejan de la fe cristiana “recurren a prácticas esotéricas, ocultas y satánicas, con serias lesiones físicas, psicológicas, espirituales y morales". 




De esto hablarán los exorcistas, y también de otros temas que esclavizan a la persona, como “el incremento del consumo de drogas y la adicción a la pornografía, que son facilitadores y signos de la acción del demonio”, según explicaban los sacerdotes exorcistas norteamericanos Gary Thomas y Vincent Lampert en una crónica del 26 de septiembre en The Telegraph.
 
El padre Luis Escobar quiere dejar constancia de que pese a las ideologías y tendencias contrarias a la fe, y "aunque aumente la persecución de los cristianos y ataquen los valores que por siglos han consolidado el bien común en muchos países, el triunfo es de Cristo y por la fe, de quienes siguen sus pasos”.
 
Los exorcistas esperan que el Congreso ponga de manifiesto ante el Papa y los obispos la necesidad de preparar adecuadamente y designar nuevos sacerdotes para este ministerio. Si bien los exorcistas han aumentado en los últimos años, denuncia el psiquiatra Cascioli, “su número es aún insuficiente como para hacer frente a la dramática situación que afecta principalmente a los jóvenes”.




La Asociación Internacional de Exorcistas logró su reconocimiento oficial vaticano en junio de 2014 y agrupa a unos 400 sacerdotes de todo el mundo. Previamente nació la Asociación Italiana de Exorcistas en 1991.

La Asociación Internacional escribió en 2015 a muchos obispos explicando su función, su status canónico y la necesidad de organizarse contra el ocultismo y el satanismo que hoy adopta muchas formas ligadas a dependencias y fenómenos sectarios.

«Hemos enviado una carta con la copia de los estatutos a todos los obispos italianos y a los obispos de las naciones donde operan nuestras secretarías lingüísticas -explicó en 2015 el padre Bamonte-. En la carta hemos resaltado el agravarse de la actual emergencia del ocultismo-satanismo y, por consiguiente, la necesidad de comprometerse en la formación de todos los sacerdotes y su preparación para un primer discernimiento de los distintos casos en relación con este fenómeno. También deseamos el nombramiento de un mayor número de exorcistas en la Iglesia y la promoción de su formación permanente».

En el congreso de los exorcistas italianos de 2015 participaron importantes jerarcas como el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma; el arzobispo Filippo Iannone, vice-gerente de Roma; y Giovanni D’Ercole, obispo de Ascoli Piceno y contaron también con palabras de ánimo del Papa Francisco, que a menudo habla del demonio en sus homilías diarias y otras alocuciones. 


El Hermano Benigno Palilla, franciscano exorcista de la archidiócesis de Palermo, advirtió que con frecuencia hay personas que recurren a los espíritus o a las prácticas ocultas para resolver algún problema de salud o familiar. Pero, ojo, avisó este franciscano, «el demonio nunca cura a una persona de una enfermedad, sino que solamente interrumpe sus síntomas durante un tiempo. La enfermedad permanece. Aquí sucede lo mismo que sucede cuando una persona se dirige a un mafioso para recibir beneficios. Sin duda los obtiene, pero el precio que tiene que pagar lo verá más adelante. De hecho, se crea un vínculo que es exigente en cuanto requiere disponibilidad total a cualquier petición. Lo mismo pasa cuando se recurre a un ocultista y, a través de él, al demonio».

Pero hay también una consecuencia gravísima para quien confía la propia vida y las propias decisiones a un talismán o a un mago: «El ocultismo contribuye a crear una mentalidad del "no hacer", "no actuar" en espera de algún "poder externo"». Es un fatalismo que esclaviza al hombre.

Para conocer más sobre exorcismos hoy recomendamos el libro Así se vence al demonio, de José María Zavala (se puede adquirir aquí)



En este vídeo de 2012, habla el exorcista oficial de la diócesis de Cartagena-Murcia explicando cómo funcionan los exorcismos y la acción demoníaca