El misionero catalán Jordi Jorba Navarro ha sido galardonado como reconocimiento por el servicio comunitario y espiritual que desarrolla en la ciudad de Calama, en Chile.

Calama es una ciudad de base minera en el árido norte de Chile, cuya población ha ido creciendo en los últimos años hasta alcanzar los 150.000 habitantes, con mucha población flotante.

Eclesialmente, en 2010 Calama pasó de ser una prelatura territorial a ser una diócesis (www.iglesiadecalama.cl).

En una solemne ceremonia, Jordi Jorba ha recibido, junto a 23 personas la “Orden al Mérito ciudadano” que otorga el Consejo Municipal de Calama. El acto se desarrolló en el Teatro Municipal de esta población.

Este sacerdote misionero de la diócesis de Barcelona es, desde hace ya muchos años, párroco de la Asunción de la Virgen y delegado de catequesis en Calama.

Ha vivido el progreso de la Iglesia en esta zona del norte de Chile, como fue la creación de la misma diócesis de Calama, el aumento de las primeras 4 parroquias de la entonces prelatura de Calama a las 11 actuales, el establecimiento de nueve congregaciones religiosas, el aumento de las vocaciones…



Jordi Jorba en su parroquia de Calama

Jordi Jorba, que ha cumplido 50 años como sacerdote, llegó a Chile en 1964. En aquella primera etapa como misionero fue vicerrector y, después, rector en el Instituto Obispo Silva Lezaeta, hasta su regreso de Chile el 21 de agosto de 1973.

Entre 1974 y 2001, año en que comenzó su segunda etapa de misión en Chile, fue el delegado de misiones y director diocesano de Obras Misionales Pontificias del Arzobispado de Barcelona, y rector de la parroquia de la Mare de Déu de Montserrat, en el barrio del Guinardó, en Barcelona. Allí tuvo como vicarios a Lluís Martínez Sistach, actual cardenal de Barcelona, y a Salvador Cristau, actual obispo auxiliar de Terrassa.