(EP/ReL) En este sentido, Manos Unidas destacó que las cifras de hambrientos no paran de aumentar mientras "todos los ojos están puestos en una crisis financiera mundial que en unos años no será más que un mal recuerdo para los más poderosos, mientras que se habrá convertido en una trampa de la que los más vulnerables tardarán mucho tiempo en escapar". Así, actualmente existen más de 1.400 millones de pobres en el mundo, de los que 963 millones pueden considerarse hambrientos (el 90 por ciento de ellos, además, padece hambre crónica). Asimismo, 2.000 millones de personas sufren hambre oculta (carencias de micronutrientes), y cerca de 20 millones de niños están en peligro de muerte por desnutrición severa. Además, 178 millones de pequeños menores de 5 años sufren retrasos del crecimiento por falta de alimentación adecuada. "Acabar con el hambre en el mundo es un imperativo moral", concluyó la organización. Manos Unidas es una organización no Gubernamental para el desarrollo católica, de voluntarios, que desde 1960 lucha contra la pobreza, el hambre, la malnutrición, la enfermedad, la falta de instrucción, el subdesarrollo y contra sus causas. Para cumplir su objetivo financia proyectos de desarrollo en los países del Sur y realiza campañas de sensibilización en España.