La finalidad de la página es proponer el sacerdote como un posible camino en tu vida. Y la canción, compuesta e interpretada por un grupo de seminaristas de Roma, es deliciosa. Habla de mi camino, el tuyo, el de cualquiera que lo vea, hacia lo que el Señor quiere de nosotros, el sacerdocio en este caso.
Muchas veces trato de evadirme del camino trazado por Dios especialmente para mí, y al final me doy cuenta de que es difícil escapar a sus designios si quiero ser feliz. Me deja que tome el camino que desee, no me presiona ni coarta mi libertad; sólo está deseando que yo disfrute de la vida. En esta canción, el joven da mil vueltas hasta que encuentra lo único que más anhela, Cristo. Esto también es aplicable a mi vida, casado y con hijos, a un novio/a; a cualquiera que quiera meditar lo que el Señor quiere de él.
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